PROU denuncia ante Costas la «privatización» de la mayoría de las playas ibicencas

@Noudiari/ Representantes de la plataforma ciudadana PROU denunciaron ayer ante el nuevo jefe de la Demarcación de Costas en Balears, Carlos Simarro, la «progresiva privatización» de la mayoría de las playas ibicencas, especialmente las más conocidas. «Prácticamente en todas ellas se registran excesos en la ocupación de hamacas y parasoles, además de plantarse sobre la arena camas y en muchas ocasiones también las denominadas camas balinesas», han apuntado desde la plataforma ciudadana en un comunicado.

Según indican desde PROU, el exceso de ocupación de estos elementos convierten a la playa «en una zona semiprivatizada de hecho, agravado por la circunstancia de que en la mayoría de beach clubs, existe una vigilancia de personal propio que intimida con su presencia a los ibicencos y residentes que quieren disfrutar también de la playa». No sólo la ocupación de espacio físico preocupa a la plataforma ciudadana sino también «el hecho de que se den casos, como en Cala Llentrisca, en donde un vigilante privado trata de impedir el acceso al mar».

Los miembros de la junta directiva de Prou que se reunieron con Simarro en la sede que la Demarcación de Costas tiene en Eivissa, se interesaron también por la situación en la que se encuentran las denuncias formuladas por la plataforma en referencia a diversas irregularidades en el litoral y, en especial, «las últimas formuladas en la costa de Porroig, en Cala Llenya y Cala Mestella, donde se localizaron numerosas construcciones que podrían ser ilegales».

Los integrantes que Prou también pidieron explicaciones a Simarro por la denegación de permiso al colectivo de jubilados de Sant Carles para desembarcar en Tagomago, tal y como habían previsto como actividad lúdica y cuya excursión fue prohibida por Costas.

La reunión se enmarca dentro de la ronda de contactos y entrevistas que la Plataforma mantiene con autoridades locales y autonómicas con el fin de transmitirles los problemas derivados «de la saturación que padece la isla y las irregularidades, molestias y abusos surgidos de la progresiva privatización de la costa», indican.