La Policía Local de Formentera, en colaboración con técnicos del área de Actividades y de los Servicios Jurídicos del Consell Insular de Formentera, pusieron en marcha ayer por la tarde un operativo especial contra las fiestas ilegales en la isla Formentera después de recibir el aviso de que se iba a celebrar una fiesta ilegal en la zona de Cala Saona.
Este operativo se diseñó y se preparó desde la Jefatura del Cuerpo de la Policía Local de Formentera, junto a los responsables políticos y técnicos de las áreas de Actividades y de Seguridad Ciudadana, y de los Servicios Jurídicos del Consell de Formentera.
Todo se desencadenó después de una información que había llegado a la Policía Local, a partir de la que se sospechaba que se estaba organizando una fiesta ilegal.
Ante estos indicios, «se inició de manera inmediata y diligente una investigación para averiguar y verificar estas sospechas, y se confirmó la preparación y organización de una fiesta en una casa en la isla de Formentera», indica el Consell en un comunicado.
La Policía Local pudo constatar que había una perfecta organización de venta de entradas, pero faltaba concretar el lugar de la celebración de la fiesta, dato que guardaban con recelo los organizadores.
Una vez averiguada la localización de esta fiesta ilegal, una casa de alquiler turístico de la zona de Cala Saona, se inició el operativo, que comprobó que realmente se trataba de una fiesta ilegal y procedió a parar la actividad.
En la casa había unas 65 personas con bebidas de diferentes tipos, varias barras de bar repartidas por toda la casa con camareros, equipos de música profesionales, personal de control de acceso y un autobús para traslados.
Para acceder a la fiesta se tenía que haber adquirido previamente una entrada, que costaba unos 80 € por persona, la cual incluía varias consumiciones y la cena (una torrada). Al acceder, a la puerta libraban a los clientes los tickets para las consumiciones incluidas en la entrada.
La técnica de Actividades y la letrada del Consell Insular de Formentera procedieron a extender la correspondiente acta de denuncia, donde la técnica dejó constancia del ánimo de lucro por parte de los organizadores en un lugar que no tiene la consideración de establecimiento público y que no cuenta con el mínimo de las medidas legalmente exigibles para garantizar la seguridad de las personas. Finalizó este operativo especial con el precinto de los equipos de música y el cese de la actividad ilegal.
Este tipo de infracciones y deficiencias graves vienen tipificados en la Ley 7/2013, de 26 de noviembre, de régimen jurídico de instalación, acceso y ejercicio de actividades de Baleares como infracciones graves o muy graves que pueden implicar multas que llegarían, en el caso de ser catalogadas estas infracciones como graves, a 30.000 €, y en el caso de ser clasificadas como mucho graves, podrían llegar a los 300.000 €.
Así mismo, la responsabilidad de estas infracciones pueden recaer tanto en los organizadores como en los propietarios de la vivienda turística, los cuales podrían llegar a perder la licencia turística, así como también contempla posibles infracciones para los profesionales o empresas que colaboren en la organización o celebración de estas fiestas ilegales, bien a través de la prestación de servicios artísticos o de entretenimiento, o bien suministrando infraestructuras y equipaciones como por ejemplo carpas, transporte o equipos de sonido, explica el Consell.
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