El Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza (MACE) inaugura el próximo 21 de junio la exposición ‘Miquel Barceló, el presente permanente’, una destacada selección de obra reciente del artista mallorquín, comisariada por Enrique Juncosa y subvencionada por la Conselleria de Turismo, Cultura y Deportes del Govern de les Illes Balears. La muestra podrá visitarse hasta el 16 de noviembre de 2025.
La exposición incluye trece pinturas realizadas entre 2024 y 2025 y nueve cerámicas producidas desde 2018. Se trata de la tercera vez que Barceló expone en el MACE, tras sus muestras anteriores en 2003 y 2012, consolidando así su vínculo con el museo y con la isla.
Desde el Ayuntamiento de Ibiza se ha subrayado la relevancia de esta colaboración, que refuerza el papel del MACE como espacio de referencia en el panorama del arte contemporáneo y ofrece al público la oportunidad de reencontrarse con una obra que aúna lo matérico, lo ancestral y lo sensorial.
Miquel Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957) es una figura clave del arte contemporáneo internacional. Su trayectoria incluye pintura, escultura, dibujo, cerámica, instalación y performance. Ha expuesto en la Documenta VII de Kassel (1982), representó a España en la Bienal de Venecia (2009), y su obra forma parte de colecciones como el Centre Pompidou (París), el Museo Reina Sofía (Madrid), el Museo Tamayo (México) o el Guggenheim Bilbao.
En esta exposición, las pinturas evocan el arte rupestre de cuevas como Lascaux, Altamira o Chauvet, que el propio Barceló ha visitado. Los lienzos presentan texturas y volúmenes que imitan superficies rocosas, y una paleta sobria —blancos, ocres y negros— que remite al poder simbólico de los animales totémicos, presentes en la historia más primitiva del arte mediterráneo.
Las cerámicas, por su parte, muestran formas orgánicas como peces, flores o un pulpo en movimiento. Austeras en color pero intensas en gesto, estas piezas recuperan la esencia funcional y ritual de la cerámica primitiva, y confirman la visión de Barceló de la cerámica como una forma de pintura.
El presente permanente propone un viaje artístico a los orígenes, donde la materia, el instinto y la memoria colectiva siguen latiendo con fuerza.