Después de 12 temporadas trabajando como personal de seguridad en Ibiza, un trabajador, originario de Castilla y León y que prefiere mantener el anonimato, ha decidido irse de la isla y no volver. La razón: la nueva normativa insular que limita la circulación de vehículos no residentes, incluyendo autocaravanas, furgonetas y campers, y que asegura que le impide seguir viviendo en su minibús camperizado. Este vehículo ha sido durante los últimos cuatro años su única alternativa habitacional debido al alto coste de los alquileres o a la única posibilidad que le quedaba: el hacinamiento en un piso compartido.
«Los últimos cuatro años viví en una camper porque no podía permitirme otra cosa. Acababa de terminar de reformarla cuando entró en vigor la nueva ley», explica este profesional a Noudiari. Actualmente trabaja en el sector de la logística en Alemania. «No estoy dispuesto a que me multen ni a volver a compartir piso con 20 personas durante el verano, que era la única opción que tenía esta temporada», añade.
La reforma del vehículo le supuso una inversión «normal», en sus palabras, aunque destaca que lo más costoso fue el tiempo y esfuerzo dedicados a crear un espacio digno para vivir. Para muchos como él, las campers no son precisamente un capricho de turista que quiere llegar a todos los rincones, sino la única forma de tener algo de privacidad y estabilidad durante los meses de trabajo intensivo en la isla.

La nueva normativa del Consell de Ibiza —que restringe la circulación de vehículos foráneos mediante cupos— sumada a las ordenanzas municipales respecto a las restricciones para estacionar en determinados lugares— ha puesto en el punto de mira a estas soluciones habitacionales, muy comunes entre trabajadores de temporada. La medida busca controlar la saturación del tráfico, pero su impacto social ya se está dejando notar. «Ya antes los empresarios se quejaban de falta de mano de obra. Ahora será aún peor», opina este trabajador. Insiste en que ellos aparcan en zonas urbanas y no despliegan elementos fuera del vehículo, lo que no infringe la ley estatal.
Este extrabajador no es un caso aislado. «Conozco a bastantes que ya se han marchado. Y muchos otros se lo están pensando porque no quieren que las autoridades les estén molestando cada día. Bastante complicada es ya su situación«, denuncia.
La alternativa para él y para otros muchos era el hacinamiento: «En temporada alta no encontraba sitio para dormir. La única opción era compartir piso con 20 personas», relata. Una experiencia que, según él, se repite cada año para cientos de trabajadores que sostienen con su esfuerzo los servicios y la economía de la isla.
La medida, aunque pensada para mejorar la sostenibilidad y reducir la presión sobre las infraestructuras, está resultando traumática par personas que no tienen otra manera de residir en Ibiza durante la temporada o durante todo el año.
Este testimonio forma parte de un fenómeno creciente: la necesidad de políticas de control del turismo que contrasta con la realidad de quienes hacen posible y sostienen la temporada en Ibiza, los trabajadores, muchas veces obligados a vivir en sus coches, en autocaravanas o en asentamientos. Algunos optan por hacer las maletas. Y, como en el caso del entrevistado, para no volver.
Esta ley es maravillosa, cumple su cometido a la perfección; el decrecimiento.
Además, Alemania es un pais lleno de oportunidades para los temporeros.
Ibiza es una isla limitada y es logico que se empiece a regular , no mas construcción no mas daño a la isla porque se perdera su encanto y también no mas inmigración el trabajo es para los que residen en la isla todo el año y no deben venir mas a buscar trabajo , sencillo limitar los negocios sino hay personal es porque no pagan lo minimo para poder vivir en ibiza decentemente.
No solo, en las islas, en todo el territorio nacional, extranjeros fuera, que se queden en su pais. Pero va a ser que no, los gobiernos de todas las CA, quieren precisamente eso, mano de obra barata, salarios ruinosos, y promover la vivienda no adcesible a la clase mas vulnerable y fomentar el alquiler de habitaciones ilegales.Que fantastico, los gobiernos de las CA, deberian perseguir esos delitos, por que es un mercado negro, que va en contra de los ingresos publicos.
Una vez más la gente se piensa que puede hacer lo que le dé la gana en Ibiza , si no dispones de una vivienda legal en la isla , no vengas a trabajar .
y no me vale la excusa de que en Ibiza falta mano de obra, no señores lo que sobra es gente , hace años la isla vivía y se sostenía con la mitad de turismo del que tenemos ahora que es un turismo basura de masas, y gente que viene a hacer el «agosto» de cualquier manera como si esto fuese el far West… A ver si cambia el modelo de turismo , no es la cantidad sinó la calidad.
lo que no dice aquí el entrevistado.. es como dejaba de mierda los alrededores de su minibús.. eso no lo dice.. gracias