La asociación conservacionista Prou Eivissa ha denunciado con indignación el reciente acuerdo entre PP y Vox que permitirá la recalificación de suelo rústico en Baleares para construir viviendas plurifamiliares, una medida que, a su juicio, abre la puerta a una nueva oleada de especulación urbanística y destrucción del territorio, especialmente en Ibiza, donde la situación ya consideran que es “insostenible”.
Desde la entidad advierten que Ibiza vive el peor momento ambiental, urbanístico y social de su historia reciente, y atribuyen esta situación al modelo económico «basado en un turismo masivo sin control«. Señalan que las agresiones al entorno natural, la presión demográfica, un mercado de la vivienda completamente roto y una fuerza laboral sin acceso a condiciones de vida dignas tienen un mismo origen: “la falta de límites reales al crecimiento”.
“Cuando la población local no puede cubrir toda la demanda laboral y la que llega de fuera no encuentra vivienda, y la isla no permite más construcción, estamos ante un síntoma claro de colapso”, afirman desde la entidad.
Prou Eivissa considera que permitir más urbanización en suelo rústico no es la solución, sino que agrava del problema. En este sentido, critican con dureza que mientras en la isla se discute la entrada de caravanas o vehículos, “se siga ignorando que la raíz de todos los conflictos actuales es la masificación”.
Ante este escenario, la asociación lanza un mensaje contundente: “Ibiza no puede seguir creciendo. Si queremos preservar el territorio, la cohesión social y la viabilidad ecológica, hay que asumir una realidad incómoda: no hay espacio ni recursos para seguir absorbiendo población de forma indefinida”.
Tres exigencias clave
En su comunicado, Prou Eivissa plantea tres medidas urgentes:
- Moratoria inmediata a la recalificación de suelo rústico en Ibiza.
- Un plan de decrecimiento urbanístico y turístico vinculado a un nuevo modelo económico.
- Protección efectiva del territorio y reversión de las políticas especulativas de expansión.
Desde la asociación insisten en que hablar de decrecimiento no es una postura radical, sino una necesidad urgente para evitar una ruptura social y ecológica irreversible. “O decrecemos ahora con responsabilidad, o nos enfrentaremos a un colapso total”, afirman.
Finalmente, responden con ironía a quienes les acusan de querer “volver a comer algarrobas” como símbolo de regresión económica. “Con la masificación quizás hemos dejado de comer garrobas, pero parece que tendremos que vivir bajo los algarrobos”.