Un agente de la Policía Local de Sant Josep resultó herido de consideración en la noche ayer durante una actuación policial en Platja d’en Bossa, una de las zonas más conflictivas del municipio ibicenco. El agente sufrió un profundo corte en la muñeca durante una intervención contra el menudeo de drogas, por lo que necesitó atención médica inmediata, como se aprecia en la imagen que acompaña estas líneas.
La agresión ocurrió sobre las 23:30 horas, cuando agentes de la Unidad de Refuerzo y Seguridad y del servicio 092 patrullaban a pie esta área turística con alta concentración de tráfico de estupefacientes. El agresor, presuntamente de nacionalidad senegalesa, formaría parte de uno de los numerosos grupos que operan en la zona.
Según ha explicado el jefe de la Policía Local de Sant Josep, José Antonio Granados Tornero, la intervención se complicó por la superioridad numérica de los delincuentes, su comportamiento violento y su tendencia a actuar en grupo, lo que convierte cada detención en un posible episodio de resistencia, atentado o agresión. “Cada vez son más frecuentes los episodios en los que el personal público es agredido. Nuestra seguridad se ve amenazada de forma gratuita”, ha denunciado Granados, que también ha subrayado la indignación que generan estos hechos y la sensación de impunidad que reina entre los agresores.
El jefe policial ha aprovechado para exigir más recursos materiales y humanos, como la activación urgente de los dispositivos Táser, actualmente almacenados a la espera de regulación. También ha criticado la falta de herramientas legales eficaces que frenen la reincidencia y alivien la carga de trabajo de jueces y fiscales.
Granados ha lanzado un mensaje de apoyo a su compañero herido, destacando la necesidad de dignificar la labor policial: “Muchos agentes optan por destinos en oficinas o incluso dejan la profesión por miedo o frustración. Esto es una batalla diaria y sin resultados visibles. No podemos permitir que la violencia decida quién manda”.
Por último, ha pedido que se eliminen las trabas administrativas para contratar más policías, sanitarios y bomberos, que se les proporcione un salario acorde al riesgo que asumen, y que se les dote de los medios necesarios para seguir garantizando la seguridad ciudadana y la convivencia pacífica en el municipio.
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