La bahía de Talamanca ha sido escenario este martes de un importante operativo conjunto de vigilancia y control marítimo, centrado en la lucha contra el chárter náutico ilegal y los fondeos irregulares sobre praderas de posidonia.
Esta intervención se enmarca en el nuevo servicio de vigilancia del litoral balear puesto en marcha por PortsIB, que refuerza la presencia institucional y la coordinación entre administraciones para proteger el medio marino en las Illes Balears.
El operativo ha contado con la participación de inspectores de Transporte Marítimo, Agentes de Medio Ambiente (GOIB y MITECO), técnicos del Servicio de Vigilancia de Posidonia (IBANAT/Eulen), Guardia Civil Marítima, GEAS, representantes del Parque Natural de ses Salines, así como miembros del Ayuntamiento de Eivissa y PortsIB.
Durante la jornada se han supervisado fondeos sobre praderas de posidonia, controlado embarcaciones de chárter sin autorización y recopilado datos para próximas intervenciones. También se ha hecho uso del servicio de dron, que opera diez horas al día, ofreciendo una panorámica precisa de la situación del litoral para facilitar intervenciones rápidas y eficaces.
“Contamos con más recursos humanos, técnicos y logísticos que nunca para proteger nuestro litoral y garantizar una actividad náutica ordenada y respetuosa”, ha señalado el director general de Puertos y Transporte Marítimo, Antoni Mercant.
Por su parte, el alcalde de Eivissa, Rafael Triguero, ha destacado que “hoy, de manera coordinada con PortsIB, llevamos a cabo una actuación preventiva en la bahía de Talamanca sobre los fondeos descontrolados y el chárter. Quiero expresar mi agradecimiento por la presencia del dron, que, puedo adelantar, estará en Ibiza el próximo año con el objetivo de disuadir y mejorar la vigilancia”.



Por primera vez, se ha desplegado una inversión sin precedentes en vigilancia del litoral: 22 embarcaciones (10 dedicadas a vigilancia y 12 al apoyo portuario), un nuevo centro de control operativo (de 9 a 20 h cada día) y un sistema centralizado de gestión de amarres, campos de boyas y limpieza del litoral.
Este operativo es el primero de una serie de inspecciones previstas en distintos puntos del archipiélago para garantizar el cumplimiento de la normativa marítima y minimizar el impacto ambiental de la actividad náutica en las aguas baleares.