El Ayuntamiento de Ibiza, en colaboración con Aqualia, ha puesto en marcha una iniciativa pionera de reutilización de recursos hídricos: los más de 500 m³ de agua procedentes del vaciado de la piscina municipal de Can Misses se emplearán para baldear calles y regar jardines en dos barrios cercanos, Can Misses y Ca n’Escandell.
La decisión se enmarca dentro de las obras de mantenimiento que mantendrán la piscina cerrada hasta el 15 de septiembre, según explicó la segunda teniente de alcalde y concejala de Deportes, Catiana Fuster. Las labores incluyen limpieza integral, instalación de nuevas plataformas, reparaciones estructurales y mejoras generales.
El regidor de Jardines, Manuel Jiménez, precisó que se habilitará un punto de carga en el Patronato de Deportes, de donde saldrá el agua hacia hidrolimpiadoras y camiones cisterna destinados a baldeo y riego. En el mismo barrio, ya se han regado con este agua seis palmeras y dos yuccas trasplantadas como parte de las mejoras paisajísticas vinculadas al nuevo polideportivo.
Esta acción complementa la puesta en marcha de un punto de carga del agua freática en la avenida Pedro Matutes Noguera, operativa desde el 7 de agosto y destinada al baldeo urbano. La medida, anunciada por el regidor Jordi Grivé, evitará el vertido a la red de saneamiento de hasta 35.000 m³ anuales y facilitará el uso de agua en limpieza que, de otra manera, se perdería por completo.
Un camino hacia el consumo responsable
Con estas medidas, el Ayuntamiento reafirma su compromiso con el uso eficiente del agua y la innovación municipal, mientras trabaja en el diseño de una futura infraestructura definitiva —depósito, red de distribución y sistema de bombeo— para extender estos usos al resto de la ciudad.
Estas acciones se suman a otros esfuerzos recientes, como la reducción del consumo municipal en abril de un 50 %, y forman parte de una estrategia más amplia orientada hacia la sostenibilidad hídrica y la eficiencia urbana.