Tras las recientes quejas vecinales por la ocupación de Cala Molí (Sant Josep) con hamacas y sombrillas de una villa privada, que se instalaban cada día desde la mañana hasta la tarde —fuesen o no los clientes— hasta que un ‘héroe’ o ‘heroína’ anónima las desmanteló y dejó un cartel de advertencia, ahora conocemos otro punto de la costa de Ibiza que sufre una «invasión» similar.
Se trata de Cala Espart, al lado de Roca Llisa, en el municipio de Santa Eulària. Varias imágenes tomadas el pasado 9 de agosto muestran cómo una trabajadora instala un grupo de tumbonas, sillas de playa, mesitas y sombrillas en semicírculo en este pequeño arenal. Para hacerlo, los vecinos también indican que estacionan los vehículos que transportan los elementos bloqueando el paso peatonal, en primera línea de costa.
La persona que ha facilitado las fotografías a este medio denuncia: “se ve que ahora las playas se pueden privatizar sin pedir permiso ni siquiera a Costas, la mayor empresa privatizadora de nuestra costa. Y, por si no basta con la playa, colocamos todos los coches en medio, no sea que alguien pueda pasar y estropee el rinconcito privado que se han montado”.

Según explica, una empleada se dedicó un rato a desplegar y colocar las tumbonas pero subraya que a ella no se le puede recriminar nada: “está claro que ella no es la responsable”.
A diferencia de lo que ocurre en Cala Molí, donde las hamacas han aparecido instaladas de manera constante durante semanas (al menos desde finales de julio), los vecinos de Cala Espart señalan que se trata de un fenómeno intermitente: “pasa de vez en cuando, pero no de forma permanente. Yo voy a menudo y no lo he visto más veces”. Otras personas, sin embargo, aseguran haber presenciado escenas similares en distintos días, lo que refuerza la hipótesis de que se trataría de un servicio ofrecido a determinados clientes.
