Las llegadas irregulares de migrantes a España han disminuido un 29,3 % en lo que va de año respecto al mismo periodo de 2024, pero en Baleares la tendencia es la contraria: las islas han registrado un aumento del 77 % en el número de personas llegadas de forma irregular, consolidándose como una de las nuevas rutas migratorias del país.
Así lo indica el último balance publicado por el Ministerio del Interior, que por primera vez desagrega los datos correspondientes al archipiélago balear. Hasta el 15 de agosto, han llegado a Baleares 4.323 migrantes, 1.880 más que en el mismo periodo del año pasado. En total, se han contabilizado 230 pateras, lo que supone un incremento del 54,4 % respecto a 2024.
Este repunte contrasta con la evolución del resto del país, donde el total de llegadas irregulares ha sido de 22.040 personas, es decir, 9.115 menos que en el mismo tramo de 2024. La gran mayoría de las entradas se han producido por vía marítima, con 20.153 migrantes en 738 embarcaciones, un descenso del 31,7 % en número de personas y del 18,7 % en número de embarcaciones.
Pese al descenso, Canarias continúa siendo el archipiélago que más migrantes recibe. Hasta mediados de agosto, han arribado a las islas 11.883 personas en 196 cayucos, 144 menos que el año pasado. La caída en las islas atlánticas ha sido del 46,7 % en número de migrantes, lo que se explica en parte por el refuerzo de los controles y la peligrosidad de esta ruta, considerada una de las más mortales del mundo.
En cambio, Baleares emerge como una alternativa cada vez más utilizada, especialmente desde Argelia, a través de embarcaciones más pequeñas y rápidas. El aumento de llegadas a las costas baleares ha sido notable desde principios de año, y en los meses de verano la presión se ha intensificado, con múltiples interceptaciones de pateras en Ibiza y Formentera.
En el conjunto de la península, han llegado por vía marítima 3.928 migrantes en 306 embarcaciones, lo que supone un descenso del 17,1 %. A Ceuta y Melilla han llegado en total 1.906 personas, en su mayoría por vía terrestre (1.887), incluyendo intentos de entrada a nado o saltos de la valla.
Ceuta ha recibido 4 migrantes por mar (13 menos que en 2024) y 1.721 por tierra (116 más). En Melilla, las llegadas han sido 15 por mar (ocho más) y 166 por tierra (128 más que el año pasado).
Los datos del Ministerio del Interior confirman que, pese a la reducción general en las llegadas irregulares a España, Baleares se ha convertido en una de las pocas zonas donde el flujo migratorio no solo no ha disminuido, sino que ha crecido de forma muy significativa. Este cambio de tendencia plantea nuevos retos en materia de vigilancia, acogida y coordinación institucional en el archipiélago.