La rápida respuesta que se dio durante el incendio de un velero en la bocana del puerto de La Savina ha evitado que esta embarcación se hundiera en aguas del Parque Natural de Ses Salines de Formentera e Ibiza, lo que hubiera generado un problema mayor de contaminación en esta área sensible y protegida.
El suceso se produjo pasadas las 12:30 horas de este jueves, cuando un velero de unos 12 metros comenzó a arder por causas que aún se desconocen. La densa columna de humo negro fue visible desde distintos puntos de la isla y generó preocupación entre las embarcaciones cercanas, especialmente en áreas tan frecuentadas como es Cavall d’en Borràs y ses Illetes.
Dos embarcaciones de pasajeros de la naviera ibicenca Aqua Bus -el Regina Once y el Joven Antonia Segundo– acudieron de inmediato al lugar de los hechos tras recibir la alerta por radio. La tripulación del Regina Once comenzó las labores de enfriamiento para contener las llamas y evitar que se propagaran o afectaran a otras embarcaciones. También se sumó a la operación el catamarán Ulises Cat, que reforzó las tareas de asistencia.
Poco después llegó la embarcación de Salvamento Marítimo, que asumió el mando del operativo y coordinó el remolque del velero mar adentro, evitando así su hundimiento cerca del litoral y dentro del espacio protegido del parque.
Al lugar también acudieron los Bomberos de Formentera y efectivos de la Policía Local, que confirmaron que no quedaban tripulantes a bordo, ya que estos habían abandonado la embarcación en una lancha neumática auxiliar.
Este episodio no solo deja patente la importancia de los protocolos de emergencia en el mar, sino también la gran solidaridad que existe entre las embarcaciones, tanto comerciales como privadas, para ayudar cuando surge una situación de peligro. La rápida respuesta coordinada entre Aqua Bus, otras embarcaciones y los servicios oficiales fue decisiva para evitar un problema mayor y minimizar el impacto del fuego.
En un entorno tan concurrido y vulnerable como el puerto de La Savina y el Parque Natural de ses Salines, esta acción conjunta es un recordatorio claro de que el mar, además de ser un espacio de ocio y trabajo, es también una comunidad donde la colaboración y la solidaridad pueden salvar vidas y proteger el patrimonio marítimo.
