Tras el último episodio de violencia física contra dos médicas del centro de salud de Sant Antoni y «hartos» de una escalada de violencia que incluye insultos casi a diario, agresiones físicas como escupitajos o manotazos, médicos, enfermeras y personal sanitario han protagonizado concentraciones simultáneas en los centros de salud de Sant Antoni y Santa Eulària para denunciar esta terrible situación a la que se enfrentan en el ejercicio de su trabajo.
La convocatoria, liderada por el sindicato médico Simebal y respaldada por todos los sindicatos del sector y el Colegio de Médicos, ha querido mostrar que el sector ha explotado ya ante una realidad creciente.
Según explican las profesionales agredidas, los hechos ocurrieron la madrugada del 26 de agostyo del pasado mes, cuando una paciente de 21 años llegó al centro de salud sobre las 6:15 horas. La doctora Susana Ambrasat, médico de familia, atendió a la joven por síntomas leves de tos y mucosidad y le indicó que continuara con ibuprofeno, explicándole que no podía emitir una baja médica en urgencias. La paciente reaccionó de manera agresiva verbalmente y, tras salir de la consulta, la situación escaló en el aparcamiento con la intervención de familiares. La presunta agresora, por su parte, afirma que la que sufrió violencia fue ella.

Rosana Ambrasat, hermana de Susana y también médica en el centro, relató cómo la madre de la paciente la arañó en el cuello mientras intentaba mediar y cómo ambos profesionales sufrieron agresión física y verbal. Las médicas llevan 18 años trabajando en Sant Antoni y aseguran que este tipo de incidentes, aunque variados en intensidad, no son nuevos: insultos, amenazas y agresiones menores son habituales en su labor diaria.
El portavoz de Simebal en Ibiza, Carlos Rodríguez, subrayó durante la concentración: “esto ha sido la gota que ha colmado el vaso. Las agresiones a sanitarios no pueden normalizarse”. Rodríguez recordó que desde 2017, este tipo de actos están tipificados en el Código Penal como delito contra la autoridad, con penas que pueden incluir prisión, y animó a denunciar cualquier episodio de violencia: “Si no hay denuncia, el agresor reincide. Pero cuando se denuncia y pasa por el juzgado, jamás reincide”.
La concentración también contó con la participación del Colegio de Médicos, que ofrecerá asesoría jurídica y apoyo emocional a los sanitarios agredidos, y de SACE, sindicato de enfermería, que señaló un incremento del 10% de agresiones en Baleares del último año, con cifras en Ibiza que superan ya las registradas en 2024. Carmen Ortiz, coordinadora de SACE, alertó de que muchas agresiones no se notifican, lo que impide tomar medidas efectivas: “Solo el 11% de los incidentes se notifican. Las agresiones verbales y físicas deben denunciarse siempre; no son normales ni aceptables”.

Por su parte, las médicas agredidas reiteraron que la violencia en los centros sanitarios afecta la relación con los pacientes y genera un clima de miedo entre los profesionales. Rosana Ambrasat insistió en que los sanitarios están para ayudar y que agredirlos es un error para toda la sociedad: “Estamos aquí para cuidar, no para ser víctimas de la violencia”.
La concentración de hoy buscó enviar un mensaje claro: las agresiones a profesionales de la salud no quedarán impunes y deben ser castigadas. Los sindicatos y colegios profesionales esperan que esta acción sirva para concienciar a la población y proteger a quienes trabajan día a día para garantizar la atención sanitaria en Ibiza.
Siempre pasa lo mismo, los pacientes se piensan que van al médico y que le van a dar una baja para no ir a trabajar por unos mocos… bravo por estas profesionales! las bajas fraudulentas son el virus del sistema de la seguridad social, deberían poner más medios para que los pacientes no se los ocurra ir a urgencias por esas tonterías, la empresa se tendría que enterar de ese intento de estafa.
En mi lugar de trabajo tenemos dos bajas de hace meses que creemos que las están alargando y mientras nos cargan a nosotros con el trabajo de estas «compañeras».