Los trabajadores de las residencias de Can Raspalls, Can Blai y Sa Serra, que dependen de la Fundación para la Dependencia, han votado hoy ir a la huelga. Los trabajadores de estos tres centros y de los centros de la Fundación en Mallorca estaban convocados para decidir si secundaban o no la propuesta de paro, y el apoyo a ir a la huelga ha sido “prácticamente unánime”, según informan desde el sindicato CSIF, el mayoritario en estos centros de trabajo.
La votación se ha celebrado después de una última reunión en Mallorca entre los delegados sindicales, representantes de la Fundación para la Dependencia y de la conselleria de Trabajo del Govern. “Nos esperábamos una propuesta, ya que nos han convocado de urgencia, pero lo que nos han pedido es tiempo. Después de dos años de reuniones, nos dicen que quieren tiempo porque
la consellera de Trabajo [es nueva, Cati Cabrer] es nueva, y nos emplazan de aquí a dos semanas, cuando nos presentarán una nueva propuesta”.
Tras esta reunión frustrada, la votación de los trabajadores se ha inclinado abrumadoramente en favor de iniciar los paros. Ahora, le toca a los sindicatos hacer el preaviso de convocatoria de huelga, que deberá convocarse siempre después de diez días.
“Hemos votado una huelga, pero lo cierto es que el paro será una risa porque con los servicios mínimos que hay y la falta de personal, será casi como cualquier otro día”, admite Jaume Bardají, representante del sindicato CSIF y miembro del Comité Intercentros: “La diferencia será que no habrá la terapeuta ocupacional y faltará algún servicio, pero la atención directa será la misma”.
“Al menos, el paro servirá para visibilizar que estamos descontentos y que no nos han convencido”, ha explicado a Noudiari el portavoz sindical.