El fuerte temporal que azotó Ibiza el martes ha supuesto, entre otros muchos problemas, un final abrupto de temporada turística para varios hoteles de la zonas más afectadas, como Platja d’en Bossa.
Numerosos hoteles de este área han decidido dar por concluida su actividad debido a los graves desperfectos sufridos en instalaciones eléctricas, cocinas y equipamientos. Algunos incluso se han visto obligados a reubicar a sus clientes y cerrar antes de lo previsto.
Los consellers de Turismo y Cultura, Jaume Bauzà, y de Presidencia, Antònia Maria Estarellas, han visitado este jueves las áreas más afectadas para conocer de primera mano la situación y mostrar el apoyo del Govern tanto a trabajadores como a empresarios del sector.
Durante el recorrido, los representantes del Govern han constatado que las inundaciones, la acumulación de barro y los daños en infraestructuras hoteleras y de restauración han forzado a muchos negocios a poner fin anticipado a la temporada. Otros, con afectaciones menores, esperan poder continuar unas semanas más.
“Hemos tenido la desgracia de estas lluvias, pero al menos han llegado al final de la temporada y no en plena temporada alta”, ha lamentado el conseller Bauzà.

Por su parte, Estarellas ha destacado la rápida actuación de los servicios de emergencia y ha anunciado que el Ejecutivo balear está trabajando en la valoración de daños para dimensionar su alcance y activar las ayudas correspondientes. Además, solicitarán al Gobierno central la declaración de zona catastrófica.
La prioridad ahora es devolver la normalidad en los 40 puntos más afectados de la isla, con especial atención a Platja d’en Bossa, donde la UME ha intervenido para retirar el agua y el barro acumulados.
“Es un final abrupto de temporada, y lo más importante ahora es estar al lado de los afectados para ayudar en todo lo posible”, ha remarcado la vicepresidenta.
