España inicia cada año decenas de miles de expedientes de expulsión de migrantes en situación irregular, pero solo una pequeña parte de ellos acaban en una repatriación efectiva. En 2024, según datos oficiales, apenas se ejecutaron 3.031 expulsiones. Un número llamativamente bajo si se compara con las más de 160.000 órdenes que se inician anualmente, según fuentes policiales. La Agencia Efe ha analizado las causas que convierten a estas expulsiones en procesos legalmente viables, pero prácticamente imposibles de ejecutar en muchos casos.
📉 Las expulsiones de migrantes caen año tras año
La ley de extranjería establece que estar en situación administrativa irregular en España es motivo suficiente para ser expulsado, sin embargo, la realidad legal y operativa es mucho más compleja. En 2024, el Ministerio del Interior contabilizó solo 3.031 expulsiones de personas extranjeras, cifra inferior a las 3.091 de 2023 y muy lejos de las 13.278 registradas en 2009.
Aunque no existen datos oficiales sobre cuántas personas viven «sin papeles» en el país, estimaciones de organizaciones como PorCausa apuntan a unas 500.000 personas en situación irregular. Solo en 2024, la ruta canaria elevó las llegadas irregulares a 63.970 personas.
⚖️ Expedientes fáciles de iniciar, pero difíciles de ejecutar
Según expertos en inmigración consultados por EFE, la ejecución de expulsiones se complica por varios factores:
- Falta de documentación válida del migrante.
- Solicitudes de asilo, que suspenden automáticamente el proceso.
- Negativa del país de origen a aceptar al repatriado.
- Falta de autorización judicial cuando hay causas penales abiertas.
- Dificultad para localizar al migrante, especialmente si no está internado en un CIE.
Incluso países como Marruecos, que oficialmente aceptan retornos, ponen trabas en la práctica, alegando en ocasiones que los repatriados no son sus nacionales. Argelia, directamente, no admite repatriaciones desde 2022, tras la crisis diplomática por el cambio de postura de España sobre el Sáhara Occidental.
🌍 ¿Quiénes son expulsados realmente?
La mayoría de las expulsiones efectivas corresponden a personas con antecedentes penales o policiales. Según fuentes policiales, cerca del 90 % de los migrantes africanos expulsados tenían causas pendientes. También se ejecutan repatriaciones a países de Iberoamérica, como República Dominicana, Colombia o Ecuador, donde existen acuerdos bilaterales más ágiles.
En menor medida, hay personas que acuden voluntariamente a sus consulados para ser repatriadas. En 2024, se realizaron 3.915 retornos forzosos y una cifra similar de retornos voluntarios, según Eurostat.
🚧 Una maquinaria lenta y limitada
Las propias limitaciones del Estado también explican el bajo número de expulsiones. Según una abogada especializada en extranjería, muchos migrantes con órdenes de expulsión nunca son detectados por la Policía. Incluso aquellos localizados, a menudo no son expulsados por falta de medios logísticos, desde vuelos disponibles hasta gestiones diplomáticas y coordinación entre instituciones.
Además, muchos migrantes continúan su viaje hacia otros países europeos antes de que su orden pueda ejecutarse en España. Y el silencio administrativo también juega a favor del migrante, dilatando los procesos hasta su posible prescripción.
📊 España, entre los países que más órdenes de salida emite… pero que menos ejecuta
España fue uno de los países de la UE que más órdenes de salida emitió en 2024, con un total de 51.025 órdenes, pero solo se ejecutaron 3.915 retornos forzosos, según la oficina de estadística Eurostat.
El contraste entre los expedientes iniciados y los realmente ejecutados reabre el debate sobre la eficacia y la justicia del sistema de expulsiones en España, en un contexto de crecientes llegadas y complejidad geopolítica.