El Ayuntamiento de Santa Eulària, en colaboración con el SEPRONA de la Guardia Civil, ha logrado resolver un complejo caso de abandono reiterado de cachorros gracias al sistema de identificación genética canina implantado en el municipio. El caso se ha saldado con la apertura de un expediente sancionador y la remisión al juzgado por un posible delito penal.
Todo comenzó en enero de 2025, cuando una camada de cachorros recién nacidos fue abandonada en la comisaría de la Policía Local de Santa Eulària. Aunque no se pudo identificar a los responsables, cuatro de los pequeños sobrevivieron y fueron adoptados.
Meses después, en julio, se repitió el abandono con nueve cachorros más en circunstancias similares. Esta vez, solo uno logró sobrevivir.
El veterinario municipal detectó similitudes entre ambos casos y elaboró un informe para el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento y el SEPRONA. La investigación conjunta llevó a un domicilio donde vivían dos perros adultos, un macho y una hembra, que podrían ser los progenitores de los animales abandonados.
A petición de la Guardia Civil, se realizaron pruebas de ADN a los dos perros y al único cachorro superviviente. El resultado confirmó la filiación genética directa entre ellos. Los adultos, además, no estaban inscritos en el censo municipal, que ya supera los 2.300 registros.
⚖️ Posible delito por abandono reiterado
El Ayuntamiento ha iniciado un expediente sancionador a los propietarios de los animales y ha trasladado el caso a la justicia, al tratarse de un posible delito de abandono reiterado, recogido en la legislación vigente sobre bienestar animal.
“La implantación del programa de ADN canino es muy importante para mejorar el civismo en nuestras calles, pero también es valioso para esclarecer casos como este”, ha destacado la regidora de Medio Ambiente, Mónica Madrid. “No se trata solo de sancionar conductas incívicas, sino de garantizar el bienestar animal”.
🐾 Una segunda oportunidad para el pequeño Jango
El único cachorro que logró sobrevivir, bautizado como Jango, fue atendido inicialmente en el Centro de Protección de Animales Domésticos (Cepad). Posteriormente, fue acogido por una familia que, tras semanas de cuidados, ha decidido adoptarlo de forma definitiva.
La regidora ha recordado que la toma de muestras de ADN es un procedimiento “rápido e indoloro”, y ha insistido en la importancia de tener un censo canino actualizado para prevenir y actuar en casos de maltrato o abandono.