El Govern balear ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que amplíe la catalogación de las serpientes introducidas como especies exóticas invasoras a todas las islas del archipiélago. El objetivo es reforzar técnica y jurídicamente las actuaciones de control que ya se llevan a cabo en Mallorca y consolidarlas dentro de los planes y campañas oficiales de erradicación, tal y como sucede en Ibiza y Formentera.
La petición incluye a todas las serpientes introducidas de la familia de los colúbridos, con excepción de las especies autóctonas: la culebra de garriga (Macroprotodon mauritanicus) y la culebra de agua (Natrix maura), presentes en Mallorca y Menorca, y la culebra blanca (Zamenis scalaris), también en Menorca.
El Real Decreto 630/2013 ya declaró invasoras a estas especies, aunque únicamente con aplicación en Ibiza y Formentera, donde llegaron a principios de siglo a través de la importación de olivos y árboles ornamentales. Desde entonces, las serpientes invasoras han tenido un fuerte impacto ecológico, especialmente sobre la lagartija pitiusa (Podarcis pityusensis), especie endémica y vulnerable, que actualmente está en peligro de extinción.
En Mallorca, la proliferación de serpientes como la de herradura (Hemorrhois hippocrepis), la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) o la verde y amarilla (Hierophis viridiflavus) preocupa cada vez más a los técnicos ambientales, que alertan del riesgo para especies protegidas como la lagartija balear, el ferreret o el paíño europeo. Actualmente, el Govern mantiene 375 trampas activas en zonas de especial valor ecológico.
Proceso administrativo en marcha
El Ministerio abrió en septiembre el periodo de consulta pública previa para modificar el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. Este trámite, que finaliza el 20 de octubre, precede al proceso de información pública antes de la aprobación definitiva y publicación en el BOE.
Estrategia integral contra las serpientes invasoras
La lucha contra los ofidios invasores forma parte de una estrategia integral del Govern que combina el control de las poblaciones con la conservación de las lagartijas autóctonas. En Ibiza y Formentera, el Ejecutivo ha destinado 2,5 millones de euros —la mayor inversión hasta la fecha— para reforzar el trampeo y seguimiento de serpientes, multiplicando por cuatro los recursos de hace cinco años. Actualmente hay instaladas más de 2.600 jaulas-trampa y un equipo de 13 técnicos del COFIB trabaja de forma exclusiva en la campaña.
Además, se han creado 18 reservas urbanas de lagartija pitiusa en parques y centros educativos y se desarrolla un proyecto con la Fundación Barcelona Zoo para la cría y reintroducción de ejemplares en refugios seguros de Can Marines y Sa Coma.
Por primera vez, parte de las trampas permanecerán activas durante todo el año tanto en las islas principales como en los islotes, donde se han instalado más de 160 dispositivos de captura. Estas acciones consolidan el compromiso del Govern con la protección de la biodiversidad balear y, especialmente, con la preservación de la fauna autóctona de Ibiza y Formentera.