El Consell Insular de Formentera ha mostrado su preocupación ante los incidentes ocurridos en Sant Ferran y ha querido transmitir un mensaje de «tranquilidad y confianza» a todos los vecinos del núcleo.
El presidente del Consell, Óscar Portas, ha explicado que, desde el inicio de los hechos, ha estado trabajando en estrecha coordinación entre la Policía Local y la Guardia Civil, y ha estado informado en todo momento sobre las incidencias y las actuaciones en curso.
“Compartimos la lógica preocupación de los vecinos y entendemos perfectamente su inquietud. Llevamos días trabajando conjuntamente con la Guardia Civil, con quienes hemos mantenido un diálogo abierto y constante para dar una respuesta inmediata y eficaz”, ha indicado el presidente.
Portas ha confirmado que, de manera inminente, «llegarán refuerzos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para incrementar la presencia policial en el municipio de Sant Ferran y restablecer la normalidad».
“Desde el Consell queremos transmitir serenidad: se está actuando con coordinación y no dejaremos de trabajar hasta garantizar la seguridad y la convivencia que merece Formentera”, ha remarcado Portas. También ha subrayado que la seguridad ciudadana es una «prioridad compartida por todas las administraciones».
A lo largo del día de hoy, el presidente ha trasladado las últimas novedades a los diferentes colectivos que han manifestado su preocupación por esta situación.
Las denuncias vecinales fueron adelantadas ayer por la cadena RàdioIlla, la emisora de referencia de Formentera que informó de la movilización de vecinos y comerciantes de Sant Ferran, hartos de la “inseguridad” y la “impunidad” de un pequeño grupo de individuos.
Según explica Radioilla, una quincena de residentes —entre ellos comerciantes, restauradores y miembros del Centro Islámico de Formentera— se concentraron el miércoles por la tarde ante la caserna de la Guardia Civil para denunciar conjuntamente la inseguridad que sufren a causa del comportamiento de entre tres y cuatro personas.
Los vecinos denunciaron que este grupo ha protagonizado numerosos robos en comercios, restaurantes y viviendas particulares, además de provocar peleas, estar ebrios en la vía pública, proferir amenazas, increpar a transeúntes sin motivo y mostrar actitudes agresivas, incluso con armas blancas.
Aunque los vecinos tenían intención de presentar una denuncia conjunta, el agente que los atendió les explicó que debían interponer denuncias individuales por hechos concretos, algo que finalmente nadie hizo.
El restaurador Fran Chacón, gerente de un establecimiento de la zona, lamentó que “después de dos años de denunciar, al final te cansas”. Explicó que uno de los acusados no se ha presentado al juicio y que cada noche debe llamar a la Guardia Civil por amenazas. “He tenido que contratar seguridad privada, y uno de los vigilantes fue agredido”, añadió en conversación con el periodista Josep (Pepo) Rubio de RàdioIlla.
Por su parte, el empresario Àlex Abril afirmó que “la gente tiene miedo, los niños no pueden quedarse solos porque hay personas borrachas con cuchillos en la plaza. Se sabe quiénes son, pero no hay solución. La Guardia Civil los envía a los juzgados de Ibiza, pero vuelven una y otra vez”.
Desde el Centro Islámico de Formentera, Zaid Asabó advirtió que los robos “ponen en riesgo a nuestras familias, negocios y bienestar”, y pidió “más vigilancia, presencia policial y colaboración ciudadana”. El presidente de la entidad, Jamal El Mansouri, resumió: “Estamos hartos de esta gente, tenemos miedo por nuestros hijos”.
Finalmente, un vecino llamado Òscar relató que ha sufrido el robo de patinetes y bicicletas, y que una noche encontró a uno de estos individuos dentro de su casa. “Cada día tenemos que soportar cuchillos, amenazas, peleas, que suban a la iglesia a tocar la campana o que lancen piedras a la policía. Cuando mi mujer llega a casa de madrugada, tengo que ir a buscarla al aparcamiento porque tiene miedo. Esto no pasa ni en la Zona Franca”, afirmó.
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