Seis años después de su último espectáculo en la isla, Regreso al amor, y ocho años después de la última función del histórico Festival de Ópera de Ibiza que él creó (Falstaff, 2017), el genial director artístico de origen alemán pero afincando en Ibiza, Armin Heinemann, vuelve a escena.
La ópera marcó época en el Palacio de Congresos de Santa Eulària y ahora regresa al mismo lugar que fue testigo de tantas noches mágicas, para presentar Sueños, una fusión inédita de tango y butoh. “Años después de que terminase el festival entré para ver un evento en el Palacio y me vinieron todos los recuerdos de golpe. Fue muy emocionante. Y pensé: qué lástima no hacer algo aquí de nuevo», cuenta con su voz pausada pero siempre enérgica y su acento inconfundible. Ese instante, dice, fue el verdadero punto de partida. Se encendió algo en él… pero faltaba un proyecto que lo hiciese realidad.
El proyecto, que se estrenará el domingo 2 de noviembre a las 18.30 horas en el Palacio de Congresos, nació casi por azar, cuando la bailarina y directora Verónica Palacios —Tango Amado— le pidió ayuda. “Tenía un material bellísimo, pero disperso, le faltaba coherencia. Me dijo: me falta alguien que lo una. Y yo acepté, pero con una condición: hacerlo a mi manera”, recuerda Heinemann.
El resultado, tras meses de trabajo y ensayos en Barcelona, es una pieza intensa y profundamente física y espiritual a la vez. “He cambiado todo: la música, el orden, la estructura. He integrado el butoh dentro del tango, hasta que ambos se funden. Y ha salido algo muy potente, muy verdadero”, afirma con satisfacción.
El butoh, esa danza nacida en el Japón de posguerra como grito silencioso de dolor después de Hiroshima, le fascina por su fuerza espiritual. “El bailarín butoh no interpreta; se sumerge. No baila con la música, sino desde dentro, desde el cuerpo y el alma. Y esa comunicación corporal es la más fuerte que existe, porque une automáticamente al corazón y a la mente. Cuando el cuerpo habla, todo se alinea”. En escena será Matilde Javier Ciria quien pondrá cuerpo y alma a la danza butoh.


Esa búsqueda de armonía —entre cuerpo, mente y espíritu— atraviesa toda la obra de Heinemann. Lo aprendió, dice, de grandes maestros como la bailarina Alicia Alonso: “Ella utilizaba la técnica no para lucirse, sino para emocionar. El arte debe mover algo en el interior del espectador. Por eso no quiero contar la historia de Sueños. Prefiero que el público llegue sin ideas preconcebidas, abierto a sentir, a descubrir lo que la obra le dice”.
Habrá una única representación en Ibiza. “Prefiero una noche con toda su energía, a varias funciones. La emoción del directo, de saber que solo ocurre una vez, es irrepetible”.
A sus 83 años, Heinemann —que también es alma mater de la mítica Paula’s Ibiza junto a Stuart Rudnick— sigue hablando de la creación con la lucidez y la pasión de quien empieza. ¿Qué lo impulsa a seguir? Su respuesta es simple y desarmante: “La fe. La seguridad de que no estamos solos, de que somos parte de una misma naturaleza, de una misma energía. Todos tenemos el mismo valor: el político, el artista, la mujer que limpia, el criminal o la flor. Todos somos parte de Dios. Yo soy parte, tú eres parte. Cuando lo sabes, ya no hay miedo. Y mientras uno cree en la vida, la vida camina”.
En Sueños, esa fe se transforma en movimiento. Tango y butoh, placer y dolor, cuerpo y alma, se encuentran en un lenguaje común: el del ser humano buscando sentido a través del arte, de la creación. Un regreso esperado, que llega con un matiz más profundo, casi místico. Armin Heinemann sueña de nuevo en la isla y con él, regresa un pedazo de la historia cultural de Ibiza.
Las entradas se pueden comprar en este enlace https://entradium.com/events/suenos-dreams-traume
Elenco de ‘Sueños’:
Armin Heinemann como director teatral y de escena.
Verónica Palacios y Omar Quiroga, de la compañía Tango Amado.
Matilde Javier Ciria, intérprete de danza butoh.
Nahuel Giacone, Giovanni Corral y Florencia Hermida: coreografías.
Katia Moretti: Luces.
Marcos Cuevas: Técnica.
Jordi Barón: Fotografías.
El espectáculo cuenta con apoyo del Ayuntamiento de Santa Eulària y del Consell de Ibiza.






