La UD Ibiza se asoma peligrosamente al abismo. El conjunto celeste no ha pasado del empate (0-0) ante el colista del Grupo 2 de Primera RFEF, el Betis Deportivo, en un encuentro soporífero que ha dejado helado a Can Misses y que vuelve a poner de manifiesto el preocupante estado del equipo.
El partido fue, sencillamente, un castigo para el espectador. Ni ritmo, ni intensidad, ni ideas. El Ibiza ofreció una versión desangelada, sin un plan, incapaz de generar peligro ante un rival que, pese a su posición en la tabla, apenas necesitó esforzarse para mantener su portería a cero.
Los insulares han sido un conjunto plano, sin chispa, sin soluciones y, sobre todo, sin un guion reconocible. Cada posesión moría en la nada. Cada intento ofensivo se disolvía antes de pisar el área rival. Sin rumbo, es difícil llegar a puerto.
No ganar en casa al colista puede tener solo dos lecturas: o no hay más de lo que se ve, o el vestuario está hundido anímicamente, superado por la presión de un objetivo que se antoja ya una quimera. Porque conviene recordarlo: la meta impuesta desde la propiedad no es otra que el ascenso. Y todo lo que no sea lograrlo se considerará un fracaso.
Hoy, sin embargo, esa meta parece un espejismo lejano. El Ibiza no muestra síntomas de recuperación ni señales de esperanza con la llegada del nuevo entrenador, Miguel Álvarez, que tras cuatro partidos desde su llegada al club, en sustitución de Paco Jémez, sigue sin conocer la victoria.
Si en tu estadio y ante tu afición no puedes imponerte al último clasificado, quizás sea momento de dejar de mirar hacia arriba y empezar a hacerlo hacia abajo para que no haya sorpresas. Porque poco a poco, a la UD Ibiza se le está poniendo cara de Segunda RFEF.
La mejor ocasión fue para los de casa, cuando, en la recta final del partido, Bebé no acertó a superar al meta visitante en un mano a mano. A perro flaco…
Cosas del fútbol, sí. Pero también consecuencias de la deriva de un equipo que ha perdido la identidad, la confianza y, lo que es peor, la ilusión. Un hecho que impacta de forma directa en los ánimos del aficionado. De hecho, este domingo han asistido únicamente 1.452 espectadores al estadio de Can Misses, según los datos facilitados por el club.






