El abogado de la exmujer de E.M. —el tatuador condenado a dos años de prisión y una pena de inhabilitación de siete años por abusar sexualmente de una menor de 15 años en Ibiza—, ha emitido una dura nota en la que sostiene que la reciente condena y las nuevas denuncias contra el acusado “confirman el patrón de abusos” que, según afirma, su defendida ya había advertido hace años.
E. M, de 48 años, confesó ante la Justicia haber abusado de la joven mientras le realizaba un tatuaje, en un caso que se cerró con un acuerdo de conformidad. Paralelamente, según publicaron medios de Reino Unido y España, el tatuador se enfrenta a denuncias similares interpuestas por otras mujeres, incluidas dos víctimas de nacionalidad escocesa.
En su comunicado, el abogado explica que su defendida, identificada como MPVV, se encuentra refugiada con su hijo en un tercer país y bajo una orden internacional de busca y captura por una denuncia interpuesta por su ex pareja por presunta sustracción de menores. El letrado sostiene que la mujer abandonó Ibiza “tras denunciar a E. M. por un posible abuso sexual” al hijo que ambos tienen en común.
El letrado afirma que en aquella denuncia se aportaron informes médicos “que apuntaban a un posible indicio de abuso sexual”, pero que el caso fue archivado “en 48 horas”, sin exploración del menor ni investigación adicional, obligando —según su versión— a la madre a entregar el niño al padre.
El abogado reprocha al Juzgado de Instrucción nº 2 de Ibiza haber mantenido la orden de detención contra MPVV sin, según él, tener en cuenta estas circunstancias ni los riesgos contemplados en el artículo 13 del Convenio de La Haya sobre sustracción internacional de menores, que permite denegar restituciones cuando exista peligro grave para el menor.
La situación procesal se encuentra ahora pendiente de resolución por parte de la Audiencia Provincial de Palma.
“El tiempo ha dado la razón a mi defendida”
Tras la condena al tatuador y las nuevas denuncias por presuntas agresiones sexuales en su estudio de tatuajes en Sant Josep, el abogado sostiene que “el tiempo ha confirmado el patrón de abusos” que su clienta denunció en 2015 cuando se llevó al menor de España.
El letrado asegura que MPVV está dispuesta a comparecer ante los tribunales españoles “para declarar sobre todos los hechos” y confía en que la Justicia “restituya sus derechos y su libertad de movimientos”.
Lo cierto es que el tatuador denunció justo hace diez años, en noviembre de 2015, la desaparición de su hijo, que entonces tenía 3 años. Su ex mujer se lo habría llevado fuera de España unos días después de que se dictaminase la custodia compartida del niño.
Entonces se abrió una investigación y se dictó una orden de búsqueda internacional. Incluso fue recibido por el entonces alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, Agustinet, en su despacho ya que el tatuador quería visibilizar su causa.
Los hechos dan un giro inesperado tras conocerse que E. M. está condenado por abuso sexual a una menor. Mientras le hacía un tatuaje, con la otra mano le realizó tocamientos sexuales.
Fuentes oficiales confirmaron que los investigadores de la Guardia Civil, tras tener conocimiento de los hechos, corroboraron antecedentes policiales del detenido por hechos similares relacionados con abusos sexuales y se confirmó que hay más presuntas víctimas del tatuador.
Por ello, la ex mujer y su abogado consideran que esa orden de búsqueda de internacional que pesa sobre ella por llevarse al hijo común no tiene ningún sentido ya porque que debe prevalecer la seguridad del menor y que éste no tenga que volver junto a un padre ya condenado por abusos sexuales.






