El senador de Ibiza y Formentera, Juanjo Ferrer, instó ayer a todas las fuerzas políticas a alcanzar un acuerdo amplio para impulsar medidas que restrinjan la compra de viviendas por parte de no residentes en Baleares, una dinámica que, según alertó, está aumentando la presión inmobiliaria y expulsando a miles de ciudadanos de su propio territorio. “Es el momento de dejar de lado diferencias partidistas y trabajar juntos para garantizar el derecho a una vivienda digna y asequible para nuestras familias, nuestros jóvenes y nuestros trabajadores. Necesitamos medidas firmes para frenar la compra masiva por parte de no residentes y proteger el futuro de nuestras islas”, declaró Ferrer.
El senador recordó que hace meses presentó una propuesta para priorizar el acceso a la vivienda de la población de territorios insulares como Canarias y las Pitiusas, regulando la adquisición de inmuebles para proteger a los residentes, especialmente frente al creciente peso del capital extranjero en el mercado. Ferrer participó ayer en una moción presentada por Vox que planteaba medidas fiscales para beneficiar a la población residente, recordando que en el pasado fue acusado de “xenófobo” al reclamar proteger a los residentes. “Nos alegra que hoy se reconozca que existe un problema real derivado de la compra masiva de viviendas por parte de personas con alto poder adquisitivo, procedentes sobre todo de países europeos y latinoamericanos”, añadió.
Ferrer subrayó que actualmente el 30% de las compras inmobiliarias en Baleares ya está en manos de compradores extranjeros, muchos vinculados al alquiler turístico o a residencias de vacaciones. Citó como ejemplo Santa Eulària, en Ibiza, donde el precio medio de la vivienda alcanza los 2,1 millones de euros, y se preguntó: “¿Quién puede permitirse esto?”.
Aunque reconoció que algunas de las medidas incluidas en la moción “van en la línea de lo que defendemos desde hace tiempo”, insistió en que es necesario avanzar con más determinación. Por ello, reclamó que España solicite a la Unión Europea la creación de un marco legislativo específico que permita a territorios insulares muy tensionados, como Baleares, aplicar “limitaciones temporales pero contundentes a la compra de vivienda por parte de no residentes”. Recordó que iniciativas similares ya existen en regiones de Italia y Dinamarca, y que en 2022 el Parlamento balear instó al Gobierno a trabajar en esta dirección.
El senador también destacó que el Ejecutivo balear planteó una residencia mínima de cinco años para poder adquirir vivienda, medida que requería excepciones dentro del marco comunitario y motivó la creación de un grupo de trabajo. “Hoy he leído que la Generalitat de Cataluña estudia fórmulas similares. Esto demuestra que no hablamos de una reivindicación aislada, sino de una necesidad real en territorios altamente tensionados”, afirmó.
Ferrer advirtió de las graves consecuencias de la situación: aumento del infrahabitatge, pérdida de población joven y dificultades para captar profesionales en sectores esenciales como sanidad, educación, justicia o administración pública. “Y no es por culpa de la inmigración, que algunos se empeñan en criminalizar, sino principalmente por la llegada masiva de capital extranjero especulativo”, subrayó.
Por otro lado, el senador asistió el miércoles a la recepción institucional ofrecida al presidente de la República Federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, durante su visita de Estado a España (en la foto). El acto, encabezado por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y por el presidente del Senado, Pedro Rollán, tuvo lugar en el Congreso de los Diputados.






