Si alguno de nuestros lectores está buscando un alquiler barato, no queremos alimentar su frustración pero lamentamos darles malas noticias. Un vistazo a los principales portales inmobiliarios nos sirve para tener un par de cosas muy claras: hay pocas opciones a un precio razonable y, en las que existen, deberá estar dispuesto a recoger los bártulos cuando llegue el mes de mayo. Una frase se repite como un mantra: ‘Solo temporada de invierno’.
Este dato es demoledor: si realizamos un búsqueda en Idealista y las ordenamos por precio -empezando por la oferta más barata- nos encontraremos que las 36 primeras viviendas que nos aparecen son exclusivamente para alquiler de temporada. Es imposible encontrar nada por menos de 1.100 euros que sea para alquilar todo el año.
La primera oferta que nos aparece es la de un ático de 45 metros cuadrados en una finca sin ascensor -pero con buenas vistas- en Cala Vedella, que se alquila por 1.100 euros al mes. Solo se alquila a parejas sin mascotas y residentes con contrato laboral, aunque el anuncio incluye esas dos palabras mágicas que son tan difíciles de ver: ‘Alquiler anual’.
Por menos de 1.100 euros al mes, despídanse. La vivienda más barata es la de un estudio de Sant Vicent de sa Cala por 700 euros al mes, eso sí, “alquiler hasta final de abril”. La segunda referencia es la de un piso de dos habitaciones en Cala Llonga por 775 euros al mes, aquí también hay que desalojar la vivienda en verano, aunque podemos permanecer en ella durante diez meses, del 1 de septiembre hasta el 30 de julio.
En la venda de Safragell, en el municipio de Sant Joan, encontramos un diminuto estudio de 35 metros cuadrados por 780 euros al mes que debe desalojarse el día 5 de mayo. En cala Codolar se alquilar también un piso de una habitación por 800 euros al mes, aunque hay que desalojar “a finales de abril”. Otra oferta es la de un estudio de 40 metros cuadrados en Cala Vedella por 850 euros al mes, y aquí el alquiler es hasta el 30 de abril. El siguiente estudio, situado en la calle Barcelona de Sant Antonio, y por el que también se pagan 850 euros al mes, se debe abandonar un poco antes, la fecha límite es el 15 de abril.
No queremos aburrirles, porque la retahíla seguiría hasta el infinito. Recordemos que, según la Ley de Arrendamientos Urbanos, estos contratos de temporada solo son legales en el caso de que el inquilino ya tenga una primera vivienda en la que se aloje habitualmente y a la que pueda regresar a la finalización del contrato de alquiler. Si no es así, estaríamos hablando de un fraude de ley.





