Clausurado un taller mecánico clandestino en Sant Antoni, el tercero en lo que va de año

@Noudiari/ La Policía Local y la Guardia Civil de Sant Antoni de Portmany clausuró el 3 de abril un taller mecánico clandestino en el municipio, el tercero de estas características que se cierra en 2014. En concreto, este establecimiento estaba situado en el polígono industrial de Montecristo.

Los agentes realizaron una inspección en el local y comprobaron que no contaban con las correspondientes licencias administrativas para ejercer la actividad, al mismo tiempo que no contaba con ninguna autorización para la gestión de residuos líquidos generados con motivo de la reparación de vehículos. Tras varios días de investigaciones policiales, los miembros de la Guardia Civil y Policía Local constataron que dicho taller estaba regentado por un ciudadano español, que tenía trabajando para él a dos personas de nacionalidad rumana que no estaban dados de alta en la Seguridad Social.

Posible delito medioambiental
Así, los agentes han cursado denuncias por diversas infracciones administrativas a la ley de residuos, así como a la ley de actividades. Los Cuerpos de Seguridad del Estado dieron cuenta de dicha inspección al técnico municipal de medio ambiente del Ayuntamiento de SAnt Antoni, por si las irregularidades observadas pudieran ser constitutivas de un delito medioambiental.

Estos operativos policiales dirigidos al desmantelamiento de talleres clandestinos se han enmarcado dentro de la operación ‘Llave Inglesa’, una iniciativa que se lanzó al detectar un aumento considerable de talleres que funcionaban de forma ilegal en el municipio de Sant Antoni de Portmany.

Los agentes recibieron la voz de alerta al detectar un aumento de residuos procedentes de vehículos (neumáticos, aceites usados, piezas de coches…), que se amontonaban en los contenedores del municipio. Tras poner en marcha un discreto dispositivo de vigilancia para averiguar qué taller o talleres se dedicaban a arrojar los vertidos, tanto sólidos como líquidos, en los contenedores municipales, los agentes consiguieron averiguar qué establecimientos funcionaban de forma clandestina y, por lo tanto, no tenían contratado el servicio de gestión de residuos correspondientes. Una vez confirmado este extremo, la Policía Local y la Guardia Civil pusieron en marcha todos los mecanismos para la clausura de los mismos.