Santa Eulària regresa al pasado con una muestra sobre la enseñanza en el siglo XX

Santa Eulària. José Manuel Piña/ Más de un centenar de libros de texto y algunos de los diversos materiales que se utilizaban para la educación infantil figuran en la exposición que estos días se exhibe en el centro cultural de Santa Eulària. En ella se abordan distintos aspectos sobre la enseñanza de los niños del municipio en los primeros sesenta años del pasado siglo XX. Marisol Ferrer Ferrer, maestra del colegio de s’Olivera, es la impulsaora de esta muestra, que está recibiendo un sinfín de visitas, especialmente de las personas que acudieron a alguno de los colegios de ese término municipal. Muchos de ellos se reconocen en las fotografías que también se exhiben, tomadas muchos años atrás y algunos comentan que de seguir con los recortes en la educación ese pasado que se muestra puede convertirse en el futuro.

‘Niñas candorosas’, ‘Marisol, maestra rural’, ‘Castilla, silabario español’ y ‘El camarada’ son algunos de los títulos que se exhiben en la muestra. La mayoría de ellos pertenecen a la colección particular de la profesora, que ha contado también con la colaboración del Arxiu Històric del Ayuntamiento de Eivissa y con algunas aportaciones particulares para completarla. Algunos de ellos demuestran el gran interés que aquellos ibicencos sentían ya por las lenguas extranjeras, que de tanta utilidad habían de serles en el actual futuro. ‘Método Perier de la lengua francesa’ y unos cuantos manuales de inglés dan las pistas sobre la forma de familiarizarse de aquellos pioneros de la industria turística con los primeros visitantes de la isla.

También aprendieron aquellos niños y niñas a expresarse correctamente en español, aunque los libros en catalán son simbólica minoría en toda la exposición. La mayor parte de ellos pertenecen al período de la II República. Prácticamente la mitad de los manuales corresponden a la enseñanza de la lengua castellana. Desde las primeras cartillas hasta los textos de mayor nivel, hasta el tercer grado, versan sobre esta temática.

La exposición está dividida en cuatro partes según la época histórica a que pertenecen los materiales. la Restauración, la II República, el franquismo y la democracia. Cada una de ellas tuvo sus diferentes pautas educativas en función de la ideología que imperaba en cada momento. La segregación por sexos es una de las variables que más se destacan, pero también se aprecian las connotaciones ideológicas de cada régimen según sus normas.

La austeridad, probablemente debida a los recortes económicos que la educación ha sufrido en todos los momentos de su historia se aprecia asimismo en la escasez y pobreza de los materiales complementarios. Unos rudimentarios escuadra, cartabón, transportador y microscopio destacan sobre la mesa del profesor, tan rústica como los probables orígenes del enseñante. Igualmente austero es el pupitre de madera, con su correspondiente tintero, que «casi nunca tenía tinta», recuerda la madre de Marisol Ferrer, que debía compartir ese elemento con su compañera de clase.

Muy presente en la memoria de la mujer el nombre de su maestra en Sant Carles, Catalina Tur. «Fue una gran maestra que animó a mis padres para que me enviasen a seguir estudios superiores fuera de Eivissa, pero yo no quise», lamenta ahora. En la sala resuenan también los nombres de otros profesores de la época, como Margarita Nadal, de Sant Agustí. De ambas conservan gratos recuerdos muchos de los asistentes a la exposición. No tan amable es el recuerdo de la leche en polvo que durante varios cursos llegó a los colegios ibicencos merced al Plan Marshall. «La leche era malísima, pero era la única que algunos niños podían tomar. La manteguilla y el queso, en cambio, sabían muy bien», evocan los presentes. La muestra permanecerá abierta hasta este domingo.