Los atletas de la Milla Urbana Isla de Ibiza se encuentran con las puertas cerradas

@C. Vidal / Casi un centenar de personas, entre atletas y acompañantes, esperaban desde poco antes de las 16.00 horas en las inmediaciones de la pista de atletismo de Can Misses. Las puertas estaban cerradas y dos agentes de la Policía Local vigilaban para que no hubiese incidentes. «¿Nos puede abrir?», preguntó Pep Ribas, organizador de la prueba. «No, está cerrado», respondió el policía. La XXXII Milla Urbana Isla de Ibiza estaba oficialmente anulada.

«Hemos hecho todo lo posible para llevar adelante esta edición. Tengo que asumir mi parte de responsabilidad, pero lo que creo es que ha habido mala fe y, sobre todo, no han tenido la voluntad para solucionar los problemas. Lamento comunicar que se suspende la 32 Milla Urbana Isla de Ibiza por no permitirnos entrar en la pista y no concedernos los permisos, tanto el Ayuntamiento de Vila como el de Sant Antoni y, especialmente, los concejales Agustín Perea y Antonio Lorenzo», declaró Ribas ante los aplausos de los presentes.

Los deportistas, sobre todo los que han venido de fuera, como los polacos Monika Halasa, Mariola Slusarczyka, Amelia Czerwinska, Martyna Pushhaus, Krzysztof Zebrowsku y Ezymon Krawczyk, el letón Edgars Sumskis y los muchos procedentes de distintos puntos de la península, estaban alucinados con la situación. «No es normal que una prueba con tanta solera se tenga que suspender por unos problemas burocráticos», señala el excampeón de Europa de los 3.000 metros obstáculos José Luis Blanco. «Parece un tema político, aunque no lo sé bien», señaló un compañero suyo.

La situación pasa a ser algo más pintoresca cuando, pese a que la competición está cancelada, Ribas decide hacer la presentación uno a uno de los atletas que habían sido invitados para disputar la milla élite y que se habían quedado con las ganas de competir. También, como gesto simbólico, los corredores decidieron completar los 1.609 metros de distancia en el párking junto al Patronat d’Esports, eso sí, a un ritmo bastante relajado.

Posteriormente, en rueda de prensa, Ribas prosiguió con sus ataques: «¿Por qué hay que denegar mil papeles que no hacen faltan? Nosotros no hemos pedido subvenciones ni hemos pedido que nos regalen nada, simplemente queríamos alquilar la pista de Can Misses para llevar a cabo la prueba, pagándonos lo que hiciese falta y haciéndonos responsables. Por eso digo que los culpables son Antonio Lorenzo y Agustín Perea, que sólo han sabido decir que no. Además, Antonio Lorenzo es un mentiroso».

Por último, el organizador de la prueba mostró los dos papeles que recibió del Patronat d’Esports de Vila, uno aceptando que la prueba se realizase en Can Misses, con fecha de 1 de octubre, y otro, rechazando que la milla tuviese lugar en la instalación municipal. «Este segundo escrito no tiene validez porque no está firmado», añadió. Lo cierto es que el primero tampoco tenía firma alguna, aunque eso no impidió que asegurase que «hay muchas irregularidades en estos dos ayuntamientos y lo voy a demostrar».