Varios vecinos de la ciudad de Ibiza han resultado heridos por graves mordeduras tras ser atacados en diferentes días por una jauría de perros que deambula por una parcela ocupada ilegalmente junto a la rotonda de Cas Ferro, en el límite entre los municipios de Ibiza y Santa Eulària. Para situarnos, se trata de una parcela ubicada entre la rotonda junto al gimnasio Bfit y Endesa y la rotonda de Cas Ferro, que lleva a Puig d’en Valls y a las instalaciones de Sa Blanca Dona.
Varios de los transeúntes afectados por las mordeduras han necesitado asistencia médica y baja laboral debido a la gravedad de las lesiones sufridas, según ha podido saber este diario por distintas fuentes conocedoras del caso.
Los ataques vienen de unos perros, que son una decena aproximadamente, que viven en el asentamiento ilegal. Pertenecen a una mujer que no consigue mantener el control sobre ellos. Incluso se han documentado ataques de los perros lanzándose contra personas y vehículos.
Los vecinos reclaman una intervención urgente antes de que se produzcan nuevos ataques en este punto de tránsito habitual entre Puig d’en Valls y Vila. «Primero contra la okupación del terreno, pero sobre todo para garantizar la seguridad ciudadana y que esos perros estén en otras condiciones y atendidos porque ahora es una pesadilla. No se puede pasear ni salir a correr por esa zona», indican vecinos de la zona. Uno de los ataques más recientes se produjo hace una semana, el viernes pasado con una persona gravemente afectada y de baja.
Noudiari ha podido confirmar que el terreno implicado es privado y actualmente está okupado. La propiedad ya denunció los hechos a principios de año ante la Policía Nacional, según ha podido comprobar este medio.
Los problemas con los perros que habitan en él se vienen registrando por lo menos desde enero de este año, hace ya diez meses, por lo que los afectados y el vecindario urgen a las autoridades a tomar medidas.
Así, varias personas estarían residiendo en una antigua construcción en ruinas ubicada dentro del terreno, donde mantienen numerosos perros sueltos y donde se pueden ver lonas y otros objetos.
Los animales habrían protagonizado ya a principios de año e incluso antes varios incidentes, lo que ha generado alarma y preocupación entre los vecinos de la zona: «seguimos igual muchos meses después».

Los problemas también son de tráfico rodado, porque los perros a menudo cruzan por la vía o aparecen inesperadamente en la rotonda, interrumpiendo la circulación y ladrando los conductores.






