Una serpiente de casi dos metros de longitud ha sido cazada este viernes en el campo de golf de Ibiza, situado en Cala Llonga, tras protagonizar un episodio de gran tensión con varios usuarios del recinto. El reptil, lejos de huir al notar la presencia humana, se mostró agresivo y llegó a intentar morder a un hombre, que finalmente lo abatió a golpes con un palo de golf.
Los hechos ocurrieron en una de las calles del campo, donde varios testigos observaron cómo el ejemplar de gran tamaño se deslizaba entre la hierba. El ataque repentino del animal a uno de los jugadores desató el pánico y acabó con el enfrentamiento entre el hombre y la serpiente.
📸 En las imágenes que acompañan este texto se aprecia claramente el tamaño inusual del ejemplar, de una longitud poco común para esta especie en otras zonas de España.

🏝️ La proliferación de serpientes en Ibiza, una amenaza creciente
Este suceso vuelve a poner el foco sobre la presencia creciente de serpientes en Ibiza, una problemática ambiental que afecta gravemente al ecosistema local. Al carecer de depredadores naturales en la isla y contar con alimento en abundancia, estos reptiles alcanzan tamaños excepcionales y aumentan su agresividad.
Uno de los efectos más alarmantes de esta invasión ha sido la drástica reducción de la población de lagartijas autóctonas, especialmente la Podarcis pityusensis, una especie en peligro de extinción.
🔍 La proliferación de serpientes en Ibiza ha sido objeto de múltiples alertas por parte de biólogos y asociaciones conservacionistas, que alertan de la falta de control efectivo sobre esta especie invasora.
⚠️ Un problema que va más allá del susto
Aunque este episodio no ha dejado heridos, vuelve a demostrar que la convivencia con fauna invasora en espacios públicos o deportivos de la isla representa un riesgo real para la seguridad. Además del impacto ecológico, cada vez se reportan más encuentros en zonas urbanas, jardines, escuelas y, como en este caso, instalaciones deportivas.
📌 La serpiente fue finalmente abatida en el lugar, pero el debate sobre su control y erradicación en Ibiza sigue abierto.