Guardia Civil y Policía Local de Ibiza han ‘cazado’ esta mañana en Talamanca a una empresa de chárter náutico ilegal que hacía negocio totalmente al margen de la ley. Operaba con un falso patrón que carecía de la titulación necesaria para estar al gobierno de la embarcación, que, además, no tiene título habilitante alguno para ejercer esta actividad.
Por otro lado, el barco intervenido llevaba las bengalas obligatorias caducadas y, en el momento en el que ha sido sorprendido, acababa de recoger al pasaje en un punto no habilitado para ello.
Cae por tanto un negocio pirata que representaba todo un peligro para la seguridad de sus clientes y de la navegación y que había hecho de la bahía de Talamanca su puerto particular de embarque y desembarque para lucrarse sin cumplir con ninguna de las obligaciones que corresponden a este sector.
Esta mañana también ha sido denunciado un barco fondeado en la zona después de que marineros del mismo hubiera depositado varias bolsas de basura fuera de los contenedores y del horario estipulado para ello en este municipio.

Con estas nuevas multas, en tan solo tres días se ha sancionado a un total de cinco embarcaciones en este mismo lugar gracias a los dispositivos especiales emprendidos por agentes del Instituto Armado y de la policía municipal de Ibiza, que tendrán continuidad a lo largo de la temporada de verano en esta y otras zonas del municipio.
El Ayuntamiento de Ibiza, que en un comunicado agradece la colaboración de la Guardia Civil en la lucha contra el intrusismo en este sector y el perjuicio que conlleva para las playas urbanas del municipio, ratifica su compromiso con el cuidado del litoral y se mantiene firme en su propósito de erradicar por completo esta y otras prácticas ilegales en la costa de Vila, tal y como avanzó el alcalde, Rafa Triguero, el pasado mes de febrero en NouDiari.es.
Los planes del Ayuntamiento de Ibiza, no obstante, van más allá, ya que se está gestionando con Costas una autorización temporal de control de los muelles de Talamanca, ses Figueretes y es Viver, una competencia que más adelante podrían ampliar en forma de concesión a largo plazo.
Esto supondría controlar de manera «más eficaz» los embarques y desembarques en estos muelles y mejorar su estado y el entorno, que actualmente no están especialmente cuidados.