Trabajadores de la residencias de Can Raspalls, Sa Serra y Can Blai, que dependen de la Fundación de Atención a la Dependencia, estaban llamados a un paro convocado por los sindicatos USAE, CSIF y UGT. La principal reclamación de los trabajadores es que se les equipare el sueldo y las condiciones laborales que cuentan con los trabajadores de atención a la dependencia del Consell de Eivissa. En Mallorca, la petición es equipararse con los trabajadores del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales.
En Ibiza el seguimiento del paro ha sido dispar. Según estimaciones de los mismos sindicatos, en Cas Raspalls ha sido de un 53%, en Sa Serra del 20% y en Can Blai el paro ha sido apenas reseñable. En cambio, en Mallorca el seguimiento ha sido del 90%.
Agustín Peña, delegado del sindicato USAE y presidente del Comité de Empresa de la residencia de Can Raspalls, explica el motivo por el que la convocatoria ha tenido menos éxito en Ibiza: «Desde julio de 2024 en Ibiza cobramos el plus de difícil cobertura, lo que ha supuesto una mejora. Pero lo que reclamamos es que plus, que es un parche, forme parte de la masa salarial».
Señala Peña que las peores condiciones laborales están provocando una migración de profesionales de estas residencias: “En el total del personal de la Fundación de Atención a la Dependencia, en el año pasado hubo 210 renuncias, que son unas 17 renuncias al mes. Este año, hasta junio, han habido 173 renuncias” y que incluso “no se cubren las convocatorias que se publican en el SOIB”.

Esta mañana, grupos de huelguistas se han concentrado en la puerta de la delegación de la conselleria balear de Bienestar Social y en la puerta de la residencia de Can Raspalls. La última reunión con la conselleria fue el lunes pasado y terminó sin acuerdo: “Desde Bienestar Social nos han propuesto una adecuación salarial pero nos han dicho que no podían darnos garantías jurídicas de que se aplicara”, explica Peña. El conflicto, por lo tanto, sigue abierto.