El Andorra ha apeado a la UD Ibiza del tren del ascenso a Segunda División, que tendrá que esperar a mejores tiempos en Can Misses. El equipo ibicenco no solo no ha podido remontar el 2 a 0 de la ida, sino que ha perdido también el choque de vuelta (0-1) en su estadio, ante su gente, que ha respondido en masa pero no ha tenido recompensa. Las mejores ocasiones del primer tiempo fueron locales, incluso un penalti que Bebé no supo transformar y que podría haber abierto de par en par las puertas de la remontada. Pero todo esfuerzo fue estéril y la falta de definición de los de casa en los metros finales echó al traste todas las opciones de pasar ronda y mantener vivo el sueño del ascenso.
Jugó y mereció más el Ibiza en un primer tiempo en el que tuvo el dominio del choque y las mejores ocasiones, incluido un penalti cometido por el meta visitante Nico Ratti sobre Medina en el minuto 34 que Bebé no pudo convertir. El portero del Andorra desvió el cañonazo desde los nueve metros del jugador celeste con la mano derecha para desviar el cuero al poste y silenciar un estadio prácticamente lleno.
El destino le jugaba una mala pasada al conjunto ibicenco, que necesitaba recortar diferencias lo antes posible después del 2 a 0 encajado en el encuentro de ida y marcar en el primer tiempo en casa y ante su gente podía dar un vuelco a la eliminatoria. Después de un cabezazo a la salida de un córner que estuvo a punto de significar el 1 a 0 antes del penalti fallado, los ánimos se resentían en las filas insulares.
Pero había que seguir luchando, porque quedaba tiempo y el público, que se fue recuperando poco a poco del golpe recibido en la pena máxima errada, volvía a animar a los suyos. El Andorra no creaba demasiado peligro, le costaba llegar arriba y superar la presión alta del equipo de casa, pero aún así tuvo una oportunidad a balón parado que resolvió bien, de puños, el portero local Ramón Juan a disparo de Manu Nieto en el minuto 40.
Mo Dauda la tuvo en una contra al poco de empezar la segunda parte para recortar distancias en la eliminatoria, pero falló en la definición en una acción inmejorable para marcar el primero en el minuto 51. Solo ante el portero, la echó fuera para desesperación de los suyos y de una grada que no daba crédito y que veía que la falta de definición podía tirar por la borda todo el esfuerzo.
El Ibiza dominaba, llegaba y tenía el encuentro donde quería. Únicamente le faltaba rematar la faena con el gol, con un tanto que pusiera el partido al rojo vivo y el pase de ronda al alcance de la mano. El Andorra, sin embargo, defendía con orden y seriedad y tampoco daba facilidades a un Ibiza que de haber estado algo más acertado de cara a puerta habría tenido a estas alturas de partido mucho más cerca del objetivo.
No obstante, en el minuto 62 se vino todo abajo en Can Misses para el Ibiza. Marcaba el Andorra, el tercero en el cómputo general de la eliminatoria, y reducía a la mínima expresión las opciones del bloque local. La jugada del tanto visitante vino precedido de un error de Bebé, el segundo con trascendencia en el choque, que regalaba el cuero a Casadesús, quien pasó el balón a Lautaro dentro del área para que pusiera el 0 a 1 en el duelo de vuelta y dejara hundido a un rival que, sin acierto arriba, quedaba apeado de forma temprana del camino al ascenso.
De ahí al final, las mejores ocasiones fueron para los visitantes, que podrían haber ampliado el marcador en varias contras ante un Ibiza que, a la desesperada, se fue con todo arriba con el mismo poco acierto que en todos los minutos anteriores. Sin gol, es imposible llegar al fútbol profesional, y el cuadro ibicenco no lo ha tenido cuando más lo ha necesitado.
Decepcionados, muchos aficionados empezaron a abandonar el estadio cuando faltaban diez minutos para el final y nada les hacía pensar en un milagro que, evidentemente, no se produjo. Otro año será, porque lo importante es estar en la pelea y la UD Ibiza lo está.