El cierre las fincas donde se aparcaba (salvo una, habilitada como parking público), las barreras y las señales que instaló el Ayuntamiento de Sant Josep que prohíben estacionar en los márgenes de la carretera de Cala d’Hort para acudir al llamado Mirador de Es Vedrà, en el terreno privado y protegido de s’Era des Mataret, en el municipio de Sant Josep, no han logrado resolver por completo los problemas de saturación en la zona.
Los conductores han buscado alternativas y ahora aparcan en las inmediaciones: en la bajada hacia la playa y en la carretera de Cala Vedella. Allí vemos la imagen que antes se veía en la carretera de Cala d’Hort: coches estacionados en los márgenes y algunos problemas de acceso a fincas.
Este cambio de ubicación de los vehículos facilita que un buen número de personas sigan usando el camino peatonal antiguo, que está cerrado por la propiedad y perimetrado con una valla que saltan o agujerean frecuentemente, lo que mantiene la presión sobre este espacio protegido y genera nuevos problemas de tráfico y seguridad vial en otras áreas.
Fuentes de la Policía Local señalaron a unos vecinos de la zona que la regulación del estacionamiento en la carretera de Cala Vedella «es competencia de la Guardia Civil», mientras que desde el instituto armado afirmaron que «corresponde a la Policía Local».

Además, afirman que solo se puede actuar si hay una señalización municipal específica que prohíba aparcar. «Sin esa señal expresa, según nos explican, no pueden sancionar y retirar coches», añaden los vecinos, muy sorprendidos por esta explicación.
El resultado es una nueva situación sin resolver. «Mientras no se adopten medidas adicionales, el riesgo es que el problema regrese al punto de partida y se repita la invasión del camino al mirador y la torre», indican.