La asociación ecologista GEN-GOB ha solicitado una reunión urgente con el presidente del Consell Insular de Ibiza, Vicent Marí, para trasladarle su “profunda preocupación” por las políticas urbanísticas y turísticas que, según señalan, están llevando a la isla a un “colapso” ambiental y territorial. En una carta enviada a la institución, la entidad denuncia que “no es factible un crecimiento infinito en un territorio limitado” y advierte de que “vamos de cabeza al desastre».
Según indican desde el GEN-GOB, el Consell impulsa una reforma del Plan Territorial que “pretende incrementar la edificabilidad en rústico”, un tipo de suelo cuyo uso urbanístico “se debería haber evitado”, pero que ha sido fomentado a pesar de las consecuencias, cada vez más visibles, de tener “el campo completamente urbanizado”.
En el mismo sentido, critican que desde el Govern balear se promueva la creación de nuevos suelos urbanos en Ibiza —“la isla con más exceso urbanístico de todas las Baleares”— con una densidad “un 25 % por encima de la que se permite en otras islas del archipiélago”. La excusa, afirman, es “la inexistente falta de vivienda”, cuando en realidad “tenemos miles de viviendas vacías y/o dedicadas al alquiler turístico”. “No hay falta de viviendas, hay exceso de especulación y exceso turístico”, subrayan.
La entidad ecologista también alerta sobre la situación hídrica de la isla. “Ibiza no tiene agua ni siquiera para abastecer a la población actual y el problema no ha hecho más que empezar”, destacan. En este sentido, sostienen que las desaladoras “solo camuflan temporalmente” una crisis “con un coste económico y ambiental inasumible”.
El GEN-GOB considera que seguir profundizando en políticas de crecimiento “solo agravará la situación” y se pregunta “qué dirán los libros de Historia cuando expliquen que, en vez de rectificar, se pisó el acelerador de la destrucción”.
Por todo ello, la entidad emplaza al presidente del Consell a reconsiderar el modelo territorial y a renunciar tanto al aumento de suelos urbanos como al uso urbanístico del suelo rústico. “Ningún ayuntamiento de Ibiza con un mínimo de sensatez puede adherirse a la ley que permite el incremento de suelos urbanos”, opinan desde la entidad, desde donde señalan que “hacerlo supone ponerse del lado de siempre: la especulación y los intereses privados por encima de los colectivos”.