El Govern estudia otras alternativas, que no sean el soterramiento, para evitar la línea de Es Fornàs

@B.R. /El conseller balear de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, ha anunciado hoy el apoyo del ejecutivo balear a las reivindicaciones de vecinos, Consell d’Eivissa y Ayuntamiento de Sant Antoni en contra del proyecto de línea de alta tensión desde Fornàs.

Marc Pons, acompañado de la vicepresidenta segunda del Consell, Marta Díaz, del conseller de Medio Ambiente y Medio Rural, Miguel Vericad, y del alcalde de Sant Antoni, José Tur, se ha reunido hoy con los representantes de los vecinos para analizar el proyecto y los pasos a seguir para hacer frente. El conseller ha manifestado que «compartimos los argumentos» y que «somos plenamente conscientes de los impactos y de los perjuicios que puede generar una infraestructura de este tipo».

Varias alternativas

El conseller balear se ha posicionado claramente del lado de las instituciones de Eivissa y de los vecinos afectados y ha anunciado que la conselleria ya trabaja en la elaboración de un estudio de alternativas: «No se trata de decir ‘no’ a este proyecto y quedarnos así, se trata de decir ‘no’ poniendo una alternativa encima de la mesa». Según ha explicado, las alternativas posibles son diversas y no todas pasan únicamente por un soterramiento de esta línea, ya que según ha indicado, el soterramiento de la línea podría ser un proyecto muy costoso. Aún así, se ha mostrado prudente y no ha querido avanzar qué alternativas se barajan.

Marc Pons ha anunciado que en un plazo de dos meses el Govern balear habrá elaborado un estudio de alternativas que eviten la construcción de la línea de alta tensión y ha avanzado también que se reunirá con el Gobierno del Estado para abordar este asunto, ya que pese a que el proyecto pueda tener informes desfavorables del ejecutivo balear, el Estado podría terminar imponiendo con el criterio de asegurar el suministro eléctrico en la isla de Eivissa.

Alegaciones de Amics de la Terra

Por su parte, el grupo Amics de la Terra también ha presentado alegaciones contra este proyecto y defendiendo un modelo energético «descentralizado, donde los ciudadanos son los productores de la energía y que la energía no tiene por qué viajar grandes distancias y se consuma cerca de donde se produce». Desde Amics de la Terra selañan que si bien este modelo «parece utópico, ya está en marcha en varios países del mundo que han dejado atrás el modelo antiguo de producción de energía centralizada, optando por un sistema descentralizado, más democrático y de menos impacto».