El Ministerio de Energía asegura que petróleo y turismo “son compatibles”

@D.V./ “Ni la exploración ni la producción de hidrocarburos son incompatibles con el turismo”. Esta frase se puede leer en un pequeño dossier -se trata de siete folios escritos por las dos caras- que maneja el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para exponer sus argumentos favorables a las prospecciones petrolíferas. Fue el dossier con el que se presentó la Secretaria General de Turismo, Isabel Borrego, a la reunión de la Mesa de Turismo del pasado día 26 de febrero, y en el que se desgranan los cinco motivos por los que el Ministerio -y, por extensión, el gobierno español- son favorables a las prospecciones: porque palian la dependencia energética de España, porque son compatibles con el turismo, porque existen precedentes de sondeos y prospecciones, porque éstas se realizarán con una ‘supervisión continua’ y porque crearán empleo.

Convivencia con el turismo
El Ministerio de Industria, Energía y Turismo sostiene que la explotación de hidrocarburos y el turismo pueden ir cogidos de la mano, y utiliza como ejemplo la plataforma petrolífera Casablanca de Repsol, a 43 kilómetros de la costa de Salou donde se ubica el parque temático de Port Aventura. “La plataforma de Repsol nunca ha sido un obstáculo para la llegada de turistas a la Costa Daurada, un destino que en 2013 superó los 19,5 millones de pernoctaciones, y en sus más de 30 años de actividad nunca ha generado un vertido que haya fectado a ningunas de las playas del litoral”, se afirma en el dossier.

En este argumentario también se recuerda que en la costa de California hay “decenas de plataformas en producción a entre 2 y 20 kilómetros de la costa, en zonas residenciales y turísticas tan exclusivas como Newport Beach y Santa Bárbara”. En el ámbito del Mediterráneo, se afirma que “Italia encabeza el mayor número de instalaciones marinas en producción (123), muchas de ellas en áreas próximas a su litoral turístico, como Venecia o Rímini”, que en aguas de Grecia “hay dos instalaciones al norte del mar Egeo, junto a la isla de Tasos” mientras que también se realizan actividades marinas de exploración en Croacia, Egripto, Israel y Túnez.

Los argumentos económicos
La justificación económica es uno de los principales motivos del gobierno español para promover las prospecciones petrolíferas. Así, en este dossier que mueve el ministerio se recuerda que España depende “en un 73,3% de las importaciones de energía”, en contraposición con Francia o Alemania, que sólo tienen una dependencia energética de un 48,1% y del 61,1% respectivamente.

Por lo que respecta a la necesidad de hidrocarburos, España importa más del 99% del petróleo y del gas que consume diariamente y destina el 4% de su PIB en comprar gas y petróleo: “Esto equivale a 5.000 millones de euros anuales. Para poner en valor esta cifra, vale la pena señalar que los ingresos por turismo extranjero en España ascendieron a 43.000 millones de euros en 2011”.

El dossier también estima que España ha sufrido un enorme descenso de su actividad industrial durante las últimas tres décadas, un proceso que sería deseable invertir: “La capacidad de arrastre de la industria, que moviliza a su alrededor más recursos, empleos e inversiones en I+D que ningún otro sector, es la clave para configurar un nuevo modelo de crecimiento basado en la innovación, la productividad y el valor añadido”, aseguran.

Existen precedentes de sondeos sísmicos
En este argumentario que presentó la Secretaria de Estado de Turismo, se recuerda que desde los años sesenta sólo en la cuenca del golfo de Valencia se han completado 207 campañas sísmicas: “por tanto estamos ante actividades muy habituales en un pasado reciente”. Se realiza un inventario de las prospecciones que se han realizado hasta ahora y se llega a la conclusión que entre 1970 y 1992 ya se produjo “una intensa prospección sísmica” y que “hay aproximadamente 250.000 kilómetros de perfiles sísmicos en toda españa, cerca de 200.000 kilómetros en el mar, sobre todo en el Mediterráneo”.

Hasta la fecha, además, “en España se han perforado 689 pozos de exploración, 422 en tierra y 267 en el mar, 200 de ellos en el Mediterráneo, y de éstos más de 60 han sido exitosos”, y que la exploración en España alcanzó su máximo en 1981 con 38 sondeos perforados.

Elogios para las petroleras
Finalmente, desde el ministerio se quiere quitar hierro y desdramatizar las prospecciones asegurando que “las empresas de exploración cumplen con una estricta normativa” y que todas las actividades de exploración y producción de hidrocarburos “requieren de una evaluación ambiental previa y en estos trabajos se establecen los estándares más altos en seguridad, salud y respeto al medio ambiente”. También se asegura que “la supervisión de las administraciones públicas es constante” y que la competencia de las ofertas fomentan “la excelencia en las propuestas de las compañías”.

También elogian a las empresas petroleras, asegurando que éstas “cuentan con planes rigurosos y alta tecnología para la prevención de impactos”, y que cuentan con “los niveles de calidad más alto de la industria para afrontar las contingencias de un en ventual derrame”.

El ministerio que dirige José Manuel Soria también asegura que los sondeos sísmicos cumplen una serie de medidas preventivas ya que cuentan con un plan de gestion de residuos, realizan la campaña sísmica evitando periodos sensibles para los cetáceos como son la reproducción o la migración, emplean barcos escolta para informar de las operaciones en la zona y redirigir el tráfico marítimo, usan boyas de cola con protección para evitar el riesgo de atrapamiento de tortugas o contemplan un plan de contingencias por derrame accidental de hidrocarburos.