La intervención artística «Endless Rainbow Walk» del reconocido artista Okuda San Miguel, ubicada en la calle Santa Agnès de Sant Antoni, ha logrado atraer a un público diverso, más diurno, a la zona conocida como ‘West end’ y ha generando «un impacto positivo en la economía local». Así lo subraya el alcalde Marcos Serra, que explica a Noudiari que la obra ha conseguido atraer a más familias a la zona y ha sido bien recibida por los propietarios de comercios, quienes han notado un incremento en las ventas gracias al flujo de visitantes que se acercan a disfrutar de la calle pintada y del mural de la plaza. Tiendas de ropa infantil, cafeterías y souvenirs son algunos de los comercios que más han notado este impacto.
«La obra artística de Okuda San Miguel tiene el objetivo de atraer a un público diferente y se está consiguiendo: vemos más familias en la zona y propietarios de locales nos dicen que han notado un incremento de ventas gracias a que la gente viene a visitar la ‘calle del Okuda’», indica el alcalde.
La intervención, que abarca 160 metros de la calle, fue financiada con un presupuesto total de 371.000 euros, de los cuales 220.000 euros provienen de fondos europeos del programa NextGenerationEU, en el marco de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD).
La obra tiene forma de colorida alfombra visual de más de 1.000 metros cuadrados decorada con geometrías, animales y símbolos, incluyendo la «Estrella del Kaos».
Sin embargo, esta obra nació también con detractores por su coste económico y su impacto visual e incluso, horas antes de su inauguración oficial el 21 de mayo de 2025, la obra fue objeto de un acto vandálico, que dañó gravemente la intervención artística. En colaboración con la Policía Local, se inició una investigación para identificar a los responsables y se activó un proceso urgente para evaluar los daños y coordinar su restauración con el equipo del artista.
A pesar de este contratiempo, la intervención ha sido bien recibida, según señala el alcalde, que admite que todavía no se nota tanto el impacto durante la noche, pero sí por el día. «De día sí que hemos conseguido lo que buscábamos, que haya gente que venga a hacer vídeos y fotos en la zona», añade.
La intervención de Okuda San Miguel «ha logrado posicionar a Sant Antoni como un referente cultural en la isla, atrayendo a turistas y residentes por igual», destaca Serra que avanza que el Ayuntamiento continúa trabajando en iniciativas similares para seguir promoviendo la cultura y el turismo sostenible en el municipio, como es el caso de la licitación de una escultura emblemática o la creación de una ‘Ruta del arte’ en el municipio.
Horteradas pagadas con dinero público.
Más baratas que el aeropuerto de Castellón, hay que agradecer.