Lo que empezó como un aviso de un ciudadano anónimo acabó confirmado: un vecino de Santa Eulària tenía una plantación de marihuana en su domicilio que, literalmente, se olía a distancia. Además de eso, la intervención permitió detectar otras sustancias estupefacientes.
Las investigaciones comenzaron el pasado 17 de octubre, cuando recibieron esa información ciudadana. Durante los días siguientes, las patrullas se apostaron en las inmediaciones del supuesto lugar de los hechos delictivos y, efectivamente, observaron un constante ir y venir de personas en la vivienda. Los agentes, ante las sospechas, identificaron a varias de esas personas que resultaron llevar encima diversas cantidades de marihuana y hachís.
Pero lo que terminó de despertar las sospechas fue el fuerte olor a marihuana que emanaba de la casa —un aroma demasiado intenso para atribuirlo solo al consumo, según indican los agentes en un comunicado—, esto desencadenó la acción, porque llevó a los agentes a solicitar una orden judicial de registro.
El operativo, finalmente, se llevó a cabo el sábado 25 de octubre. Al entrar en la vivienda los agentes encontraron en el interior numerosas plantas de marihuana recién cortadas, un invernadero, sistemas de riego, fertilizantes y diversos útiles de cultivo. También se incautaron 3,5 kilos de marihuana, 87 gramos de hachís y pequeñas cantidades de cocaína, tusí y pastillas de éxtasis.
Por todo ello ha sido detenido un hombre de 36 años y nacionalidad española como presunto autor de un delito contra la salud pública. El detenido ha resultado ser un viejo conocido por la Guardia Civil y otros cuerpos policiales por antecedentes de robo e incluso de lesiones, y ha sido puesto a disposición judicial acusado de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.






