La Asociación Salvem sa Badia de Portmany ha lanzado un urgente llamamiento para que se convoque nuevamente la ‘Mesa de l’Aigua Badia de Portmany’, tras una nueva serie de vertidos contaminantes en la bahía que afectan a las playas y al ecosistema local.
En los últimos días, se han registrado varios incidentes graves de vertidos de aguas fecales y salmuera en zonas clave como la playa de s’Arenal, Caló des Moro y Cala Gració, cerca de la desaladora. Estos episodios reflejan la crítica situación de unas infraestructuras obsoletas y saturadas, incapaces de soportar la elevada presión que genera la población temporal en la bahía, especialmente en temporada alta.
Salvem sa Badia denuncia que las soluciones aplicadas hasta ahora son meros parches sin un plan real de inversión que garantice la mejora a corto y medio plazo, lo que provoca una contaminación recurrente que perjudica la biodiversidad y la imagen turística del municipio.
Además, la organización critica la falta de coordinación entre las instituciones responsables, que ha llevado a una gestión deficiente de los vertidos. Ejemplo de ello es que, tras el aviso de un vertido en la desembocadura del torrente de es Regueró, la playa permaneció abierta pese a la presencia de peces muertos y sin informar a la población adecuadamente. También cuestionan el cierre parcial e inconsistente de zonas afectadas y la opacidad en la publicación de los resultados de las analíticas.
La ‘Mesa de l’Aigua Badia de Portmany’ fue creada en diciembre de 2022 para reunir a todas las administraciones con competencias en gestión del agua y medio ambiente, con el fin de elaborar estrategias para proteger la bahía. Entre sus miembros estaban el Ayuntamiento de Sant Antoni, la Agencia Balear del Agua (Abaqua), Ports de les Illes Balears, Demarcación de Costas, y otras entidades públicas y privadas. Sin embargo, tras los cambios políticos de 2023, el foro dejó de reunirse.
Frente a la actual crisis ambiental, Salvem sa Badia reclama la reactivación inmediata de esta mesa para establecer un plan de acción conjunto, mejorar los protocolos de respuesta y garantizar la protección de las playas y la biodiversidad, frenando así un daño que ya es irreversible para algunos ecosistemas.
La asociación insiste en que solo con una colaboración efectiva entre todas las instituciones y una inversión real en infraestructuras se podrá garantizar la calidad ambiental y turística de la bahía de Portmany.