El Ayuntamiento de Ibiza refuerza su estrategia para impedir la proliferación de asentamientos ilegales en el término municipal, actuando incluso antes de que los infraviviendas lleguen a consolidarse. La Policía Local de Ibiza mantiene un control exhaustivo en las zonas periféricas de la ciudad, especialmente en terrenos susceptibles de ser ocupados de forma irregular.
Este lunes, los agentes identificaron a unas 40 personas en la zona de Ca n’Escandell, donde se había detectado actividad sospechosa relacionada con acampadas no autorizadas. Durante la intervención, la Policía Local recordó la prohibición de acampar en suelo urbano y detectó bombonas de butano y cocinas de camping gas, elementos que suponen un grave riesgo de incendio al encontrarse cerca de áreas con vegetación seca.
“El riesgo para la seguridad de las personas y del entorno natural es muy alto. Actuar con rapidez es clave para evitar situaciones más peligrosas en verano”, han indicado fuentes municipales.
Más de 2.300 kilos de residuos retirados
En paralelo a la actuación policial, el servicio de limpieza municipal gestionado por la empresa Valoriza ha llevado a cabo una intervención de limpieza en otro aparcamiento disuasorio afectado por la presencia de estructuras precarias. En total, se han retirado más de 2.300 kilos de residuos, incluyendo colchones, maderas, restos metálicos y plásticos acumulados por la ocupación irregular del espacio.





Esta actuación forma parte del plan municipal de prevención y respuesta ante asentamientos ilegales, que contempla la intervención rápida para desmontar infraestructuras improvisadas antes de que se establezcan de forma permanente.
Desde el Ayuntamiento de Ibiza se insiste en que este tipo de ocupaciones “no solo generan problemas de convivencia, sino que también ponen en peligro la salud pública, la seguridad ciudadana y el entorno natural de la isla”.
Eivissa tiene que controlar este problema a la llegada… un parell de verros a la llegada del vapor, con un «catxarrillu» a sa cintura, i todo piojoso mal oliente que baje, de vuelta en el mismo barco…
Mas vale tarde que nunca. Todo esto se podría haber evitado actuando desde el primer momento en que se montó la primera chabola. En ningún momento se tendría que haber llegado a esta situación.
La responsabilidad es de nuestros gobernantes ya que desde el primer momento se tendría que haber actuado.
Nos habríamos haber evitado esta situación que no es agradable para nadie y no se habría llegado a esta magnitud.
Esperemos que no se formen mas campamentos y que dentro de unos meses no se tenga que volver a lo mismo.