El tráfico de aviación privada continúa creciendo en Ibiza. Lo dicen las cifras, sí, pero también lo corrobora la propia experiencia de cualquier viajero que tome un avión y compruebe el espacio, cada vez más grande, que ocupan en la pista del aeropuerto insular, convertido en un auténtico aparcamiento de jets.
La isla vivió su apogeo en el sector en 2022, cuando marcó su récord y, después de una suave bajada, remonta el vuelo de nuevo con crecimientos muy llamativos. El coste ambiental de este hecho ya ha sido denunciado por IbizaPreservation y por organizaciones más polémicas como Futuro Vegetal.
Pero vayamos a los datos: Según el Traffic Tracker de la European Business Aviation Association (EBAA), con cifras acumuladas hasta septiembre de 2025, Ibiza registra un aumento del 16% en operaciones solo en el último mes analizado y un crecimiento del 7% de enero a septiembre en relación al mismo período de 2024.
El aeropuerto de Ibiza (LEIB) se sitúa así en el puesto número 9 de los aeropuertos más activos de Europa en aviación privada en septiembre con 30,7 despegues diarios de media (más despegues que en Palma, que es un aeropuerto de dimensiones mucho más grandes que el ibicenco) y 13.365 operaciones en el acumulado anual.
Además, las rutas vinculadas a Ibiza concentran incrementos muy significativos:
Ibiza–Barcelona, 780 vuelos (+17%).
Ibiza–Niza (Costa azul, uno de los destinos preferidos del turismo de lujo europeo), 737 vuelos (+22%).
Ibiza–Palma, 707 vuelos (+11%).
El crecimiento no solo supera al de otros aeropuertos españoles, como Palma o Barcelona —ambos con descensos anuales—, sino que coloca a Ibiza dentro del Top 10 de hubs europeos de jets privados, por encima de grandes capitales continentales.

Hay que destacar, además, que el tráfico de Ibiza de jets privados representa, este 2025, el 14% del tráfico total nacional cuando, si hablamos de tráfico normal, comercial, el porcentaje es de menos de un 4%.
Un auge que coincide con un aumento del 24,8% de las emisiones insulares
La explosión de vuelos privados reflejada por EBAA se produce en paralelo al fuerte repunte de emisiones recogido por IbizaPreservation en su Informe de Sostenibilidad de Ibiza 2024.
En solo un año, las emisiones de CO₂ asociadas al consumo de combustibles fósiles aumentaron un 24,8%, pasando de 563.333 toneladas en 2023 a 749.341 en 2024. Según el informe, el 44% de estas emisiones proviene del JetA1, el combustible utilizado por la aviación privada, cuyo consumo se ha duplicado respecto al año anterior.

IbizaPreservation apunta directamente a los jets privados como responsables del salto en emisiones, un argumento reforzado por el notable crecimiento de la actividad registrado ahora en los datos de EBAA.
La directora ejecutiva de la entidad, Inma Saranova, recordó que un jet privado puede emitir entre 5 y 14 veces más gases de efecto invernadero por pasajero que un vuelo comercial, y pidió una reducción drástica del número de operaciones.
Presión creciente y demanda institucional
El vicepresidente primero del Consell, Mariano Juan, que participó en la rueda de prensa de la entidad reclamó mayor capacidad de gestión en el aeropuerto para poder intervenir en la concesión de slots, en la regulación de tasas para jets y en la transición hacia combustibles sintéticos que permitirían reducir hasta un 80% de las emisiones.





