El Colectivo de Protectoras de Ibiza, que agrupa a entidades y voluntarias dedicadas al bienestar animal en la isla, ha expresado su “consternación, indignación y repulsa” tras conocerse la muerte de 27 perros de caza localizados en el interior de una furgoneta que viajaba en la bodega de un ferry con destino a Palma de Mallorca, un caso actualmente investigado por la Guardia Civil. El vehículo transportaba 36 animales, de los cuales solo nueve sobrevivieron. Para el colectivo, este suceso refleja “una realidad inaceptable” y constituye un ejemplo del “uso, abuso y desecho” de perros empleados en actividades cinegéticas.
A raíz del caso, las protectoras han lanzado un mensaje muy crítico hacia determinados sectores cinegéticos, a los que acusan de “trato cruel y negligente” hacia sus animales y de una “permisividad institucional” que, según denuncian, permite que tragedias como esta sigan ocurriendo. El colectivo va más allá y califica de “hipocresía” que algunos representantes de la caza pretendan posicionarse en debates sobre bienestar animal o gestión de colonias felinas, afirmando que los hechos recientes “reflejan una falta total de respeto hacia la vida animal”.
En su comunicado, las protectoras rechazan, asimismo, que los cazadores tengan voz en la gestión de las colonias felinas de Ibiza. Aseguran que estos colectivos “carecen de autoridad moral, ética y técnica” para opinar sobre el trabajo de las voluntarias que cuidan, esterilizan y protegen a los gatos comunitarios.
El mensaje también critica que algunos sectores vinculados a la caza estén cuestionando la legalidad de algunas colonias felinas, en referencia a un reciente artículo publicado en NouDiari. Para el colectivo animalista, estos planteamientos “no son compatibles con las prácticas que se han revelado en el caso de los 27 perros fallecidos”.
El Colectivo de Protectoras de Ibiza reclama:
- Una investigación a fondo del suceso y posibles responsabilidades penales.
- Endurecer las leyes que regulan el transporte y tenencia de perros empleados para la caza.
- Eliminar la exclusión de los perros de caza de la Ley de Bienestar Animal.
- Que las administraciones tengan en cuenta la opinión de entidades protectoras y científicas, y no la de “lobbies de la caza”, a la hora de diseñar políticas sobre bienestar animal.
El comunicado concluye defendiendo una visión unificada del trato hacia los animales: “No hay seres vivos de primera o segunda categoría según su utilidad. Un gato de colonia, un perro de caza o un animal doméstico merecen el mismo respeto y protección”.






