Los trabajos de pintura de la carretera de Sant Antoni, realizados hoy por la mañana coincidiendo en hora punta (8-9h de la mañana) y que han supuesto el cierre por completo a la circulación de un carril de los dos en sentido Ibiza -desde la rotonda de Can Guillamó / Can Tomàs hasta la rotonda de salida del túnel, en la entrada de UNVRS-, han provocado importantes atascos y retenciones en la vía que, unos kilómetros más adelante, volvía a estar colapsada en la entrada de Ibiza por la rotonda de Blanca Dona. Esta rotonda no solo estaba colapsada por la entrada desde Sant Antoni sino también por el segundo cinturón de ronda desde Sant Jordi.

El trayecto entre Sant Antoni e Ibiza se está convirtiendo en una pesadilla para los conductores, con habituales obras de reasfaltado, pintura o jardinería en horas puntas.
A ello hay que añadir problemas puntuales como el incendio en un transformador que dejó el túnel de Sant Rafel inutilizado durante días, provocando más atascos.
También, y de manera habitual, esta vía está colapsada en la entrada a Vila. La confluencia de familias que acuden con sus hijos a los centros educativos, de trabajadores hacia sus oficinas y otros centros de trabajo, de turistas y de todo tipo de camiones y furgonetas de reparto lo convierten en un auténtico caos.
Por si fueran pocas molestias, los conductores que optan por la carretera de Sant Josep se encuentran con el embudo por las obras de la rotonda en la entrada del pueblo, que obligan a desviarse por la carretera de servicio del colegio e instalaciones deportivas.
A esto se suma que, una vez en la ciudad, los aparcamientos disuasorios como el de Es Gorg, junto al Ikea, o el del primer cinturón de ronda, junto a la Policía Nacional de Ibiza, también están llenos a rebosar desde primera hora, hasta el punto de que los coches acaban aparcados dentro de los polígonos o en zonas residenciales, complicando también la vida a los trabajadores y residentes en estas áreas que no encuentran aparcamiento para sus propios vehículos.
