Los números redondos no lo son todo pero sirven para establecer unos límites y coordenadas. Si hay que poner hitos en algún punto, ¿por qué no hacerlo en un lugar lleno de ceros? Quizás por esto, cuando se habla de la presión humana que sufre la isla de Ibiza en los picos de la temporada turística, se pensó en las 300.000 personas como el límite simbólico y demográfico que establece el momento en el que la isla ya se convierte en un lugar incómodo para vivir.
Usando esta cifra de los 300.000 personas como baremo, los datos del Instituto de Estadística de las Baleares (Ibestat) nos indican que este año 2025 ha marcado el mínimo de días en que en Ibiza se han superado las 300.000 personas desde que se reanudó el turismo tras la pandemia. En concreto, este verano de 2025 la isla de Ibiza superó ese límite durante 18 días, muy lejos de los 47 días de 2024. En 2023 se superaron las 300.000 personas durante 32 días y en 2022 sucedió en 42 ocasiones.
En concreto, este 2025 se superaron los 300.000 personas los días 16, 23, 25 y 30 de julio, el 2 de agosto, todos los días entre el 6 y el 16 de agosto, y el 20 y el 21 de agosto.
En 2024, en cambio, hubo más de 300.000 personas sobre la isla de Ibiza durante todos los días comprendidos entre el 12 de julio y el 27 agosto. 47 días ininterrumpidamente. Con razón, durante el año pasado el debate de la masificación, la saturación turística y la percepción de que la isla se estaba convirtiendo en un lugar invivible ocupó el centro de la conversación política y los medios de comunicación.
El tope de presión humana durante este pasado verano fue el 13 de agosto, con 316.845 habitantes. De momento, el récord lo tiene el 16 de agosto de 2024, cuando Ibiza se convirtió en un hormiguero que albergaba 332.015 personas.





