El doctor José Segador es director de la Zona Básica de Salud de Sant Josep, una responsabilidad que compagina con la de médico integrante de la red Vigilancia centinela de la dirección general de Salud Pública del Govern, que observa la incidencia de infecciones respiratorias en las islas. Acudimos a su despacho ante la impresión generalizada de que hay mucha incidencia de Covid y gripe estas semanas en la isla de Ibiza y para que aclare si es una anomalía que campen a sus anchas virus respiratorios en verano, cuando se asocian al invierno y a las bajas temperaturas.
—¿Es cierto que hay Covid y gripe circulando este verano por Ibiza y que los casos son numerosos?
—Hasta hace bien poco, los científicos virólogos consideraban que los virus respiratorios se desactivaban con el calor, de modo que en verano no circulaban. Esa hipótesis se ha quedado antigua. Desde la pandemia de Covid, los sistemas de vigilancia epidemiológica seguimos trabajando también en verano y seguimos captando datos. De modo que sí circulan los virus respiratorios en verano: eso de que se desactivan con el calor ha pasado a ser una hipótesis no cierta. Lo que ocurre en verano es que circulan menos, con menor intensidad, es decir, sin llegar a tasa epidémica. Las curvas epidemiológicas se producen aproximadamente en la segunda quincena de diciembre hasta febrero, con un pico a finales de enero. En esas fechas es cuando mayor número de casos y cuando llegamos a una tasa epidémica.
Pero ahora sabemos que en verano también circulan y se puede ver en las gráficas: tienen forma de dientes de sierra, lo que indica pequeñas subidas y bajadas pero, insisto, pequeñas. No vemos, como en invierno, tasas de 250 casos por 100.000 habitantes de infecciones respiratorias. Ahora estamos con una tasa de 120 por 100.000 habitantes para todos los virus que circulan, de los cuales Covid son 5,8 casos, según las cifras de la semana pasada.
Estamos en una tasa bajísima pero es cierto que sí vemos casos, de igual modo que vemos casos de gripe A y B, de virus respiratorio sincitial, rinovirus, adenovirus tipo 3, parainfluenza… Hay todo un cartel de virus respiratorios que producen cuadros clínicos muy similares entre ellos. De hecho, hasta que salió el Covid, los denominábamos síndrome gripal, porque eran virus que producían un cuadro clínico similar al de la gripe, pero no todo era gripe.
—¿Estas tasas que manejan son similares a las del año pasado o hay diferencias?
—Sí, en verano estamos más o menos igual que el año pasado.
—Pero, ¿por qué entonces esa impresión de que hay más casos, de que casi nadie se libra?
—Puede deberse a momentos puntuales, porque sí ha habido pequeñas subidas que luego han bajado. Sí que es verdad que en Menorca ha habido ahora un poco más de pico [muestra una gráfica], sin llegar a cifras epidémicas, pero con una tasa de 12,9 por 100.000 habitantes frente a los 5,8 de Ibiza.

—¿Estará relacionado con que ha habido fiestas de Gràcia en Maó hace unos días…?
—Cuando hay aglomeración y se junta la gente en espacios públicos, aumentan los casos.
—¿Hay algún aumento en lo que respecta a casos de virus respiratorios en Pediatría?
—En Pediatría, hasta que no comienza la etapa escolar, el curso, no empezamos a ver un incremento sustancial. Una de las infecciones respiratorias que más tienen es el virus respiratorio sincitial, el VRS. Afortunadamente ya se creó una vacuna para esto, que empezó el año pasado, y que se empezó a administrar en nuestra comunidad. Ya ha demostrado su beneficio en la reducción del número de casos que ha habido en este invierno pasado respecto al anterior.
—Muchos de los casos de Covid o gripe que se producen no llegan a las consultas. La gente simplemente se queda en casa, se hace la prueba de la farmacia, se toma unos paracetamoles y no comunica la enfermedad: ¿no habría, por tanto, muchos más casos de los que ustedes tienen constancia?
—Puede que haya más casos de los que nosotros detectamos. Pero eso siempre ha sido así, no es una situación nueva. Clásicamente había mucha gente que pasaba síndromes gripales sin ir al médico: se tomaban paracetamol, un jarabe para la tos —que en muchas farmacias los dispensan muchas veces sin receta médica— y medicamentos antigripales. Esto ha existido siempre, entonces no consideramos que altere las tasas que nosotros observamos, por lo menos la comparación a otras temporadas.
De hecho, el Covid y la gripe, los rinovirus, y los adenovirus parainfluenza e influenza que estamos viendo ahora son bastante leves para la salud. No estamos viendo tantos casos graves. Cuando la pandemia, los casos de Covid eran realmente graves, derivaban en muchas neumonías y moría mucha gente.
—¿Y ahora por qué no llegan casos tan graves de Covid?
—El Covid ha perdido virulencia: los virus, cuando circulan mucho, van perdiendo virulencia con el tiempo.
—¿Qué recomienda cuando uno siente los síntomas? ¿Ir al médico sí o sí, o quedarse en casa, descansar y esperar a que pase?
—Si los síntomas son muy banales, quedarse en casa. Hay gente que solamente tiene un poco de malestar general un día o dos y algo de tos. Con un antigripal o un paracetamol es suficiente. Pero si hay una rinorrea [secreción nasal] muy profunda, mucho malestar general, fiebre, etcétera, pues es conveniente ir al médico. Aunque hay que recordar que estas enfermedades no tienen tratamiento antibiótico porque a los virus los vence nuestra inmunidad: los tenemos que vencer nosotros. Lo que damos es tratamiento para mejorar los síntomas, pero eso no acorta el periodo natural de la enfermedad, lo que hace es mejorar su estado general.

Sí que tenemos que estar atentos a signos de alarma, porque cualquier infección respiratoria puede derivar en una complicación más grave con una neumonía. De hecho, tenemos otro registro: el de casos graves de Son Espases donde podemos ver que, de los 120 casos por 100.000 habitantes, en torno a un 10 por ciento, es decir, unos 12 o 13 casos son graves y requieren hospitalización.
—Dentro de esos casos graves, ¿qué sector de la población es el más afectado?
—Los mayores de 80 años. Ahí sí que encontramos una diferencia bastante significativa en cuanto a los grupos de edad.
—El Govern ha adelantado la campaña de vacunación de gripe y Covid. ¿Por qué?
—Así es, va a comenzar ya, un mes antes de lo habitual. Las medidas de prevención básicamente son las vacunaciones y, en el caso de que pillemos una infección respiratoria aguda de origen viral, el uso de mascarilla es fundamental sobre todo cerca de personas mayores. Nuestros padres, nuestros abuelos… que ya están en casa con enfermedades crónicas y que ya tienen un estado deteriorado de salud, con insuficiencia cardíaca, diabetes, hipertensión…, son los más vulnerables a padecer una complicación grave de esto.
Si se adelanta la campaña podremos vacunar a un mayor número de población de manera que, cuando llegue la epidemia, habrá más gente con inmunidad. Además, visto y comprobado que los virus también circulan en verano, parece lógico. La vacunación también empieza por la población de riesgo que es la más vulnerable y la que tiene que tener anticuerpos. Las vacunas tardan aproximadamente unas dos semanas en hacer anticuerpos para tener una cierta protección.
—Entre la población hay dudas sobre esto: ¿si me pongo la vacuna no cojo la enfermedad?
—Puedes coger la enfermedad, pero es mucho más leve. Hemos comprobado una diferencia estadísticamente significativa en el número de ingresos de los pacientes vacunados y los no vacunados. Piensa que, de los pacientes ingresados en el Hospital de Son Espases por complicaciones, neumonías y casos graves en general, el 90 por ciento no estaba vacunado. Ese 10 por ciento restante es porque siempre hay un porcentaje que sufre una complicación, aunque esté vacunado, pero creo que queda claro que la diferencia es brutal entre vacunados y no vacunados.
—¿Cuántos meses dura el ‘efecto’ de una vacuna de Covid o gripe?
—Las cepas van cambiando y por eso hay que vacunarse de las nuevas cepas que vienen. Es decir: una de las funciones que tienen las redes de vigilancia es determinar las cepas de virus que van corriendo porque van cambiando, van evolucionando. Las vacunas de este año llevarán las cepas que están apareciendo ya en Asia.
—Entonces, ¿cada año las vacunas cambian?
—Las vacunas de gripe, sobre todo, cambian porque se van introduciendo en la vacuna las cepas que más se detectan.
—¿Y no se puede decir cuánto dura el efecto de una vacuna, más o menos?
—Las ponemos de año en año porque la protección mayor se produce durante esa temporada con esas cepas que hemos introducido. Luego ya vienen las nuevas el año que entra. La infección natural, cuando pasamos el virus, también nos deja inmunidad, pero no es permanente para toda la vida. Tu sistema inmunológico guarda un recuerdo, aunque no es lo mismo a estar vacunado de esa cepa.

—Usted forma parte de la llamada red de Vigilancia centinela de infección respiratoria de la conselleria de Salut, ¿nos puede explicar cómo funciona?
—Es un sistema de vigilancia epidemiológico de Balears, que también funciona en otras comunidades de España. El Centro Epidemiológico Nacional aglutina los datos de toda la red de centinelas y elabora sus previsiones y cómo van los casos de infecciones respiratorias. En el conjunto de Balears somos unos 45 médicos, aproximadamente, que estamos dentro de la red de la que los epidemiólogos de la Conselleria de Sanitat extraen las tasas de incidencia en una población. Nosotros llevamos a cabo una especial vigilancia de las infecciones respiratorias víricas: hacemos frotis [una prueba que se usa para ayudar a diagnosticar enfermedades] de todas las infecciones respiratorias que vemos de origen viral. Esas muestras se analizan en el laboratorio de virología de Son Espases [hospital de referencia ubicado en Mallorca] y así sabemos los virus que circulan con una estimación estadística. Hay otras redes, además de la nuestra, como la que vigila los casos graves. También están las comunicaciones de enfermedades de declaración obligatoria que hacen todos los médicos todas las semanas y que quedan registradas directamente en el sistema informático.