La presidenta del Govern balear, Marga Prohens, ha visitado este jueves la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de sa Coma, ubicada entre los municipios de Santa Eulària des Riu y Sant Antoni de Portmany. Se trata de una infraestructura clave para el tratamiento moderno, eficiente y ambientalmente sostenible de las aguas residuales de Ibiza.
“Esta planta era una deuda pendiente con Ibiza que hoy ya es una realidad. Representa un salto de calidad, tanto cuantitativo como cualitativo, en la gestión del agua y una transformación profunda del sistema de saneamiento de la isla”, ha afirmado Prohens durante la visita.
La presidenta ha estado acompañada por el presidente del Consell Insular de Ibiza, Vicent Marí; el conseller del Mar y del Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente; el director general de Recursos Hídricos, Joan Calafat; el gerente de Abaqua, Emeterio Moles, y los alcaldes de Ibiza, Rafael Triguero; Sant Antoni, Marcos Serra, y Santa Eulària, Carmen Ferrer.
La planta, gestionada por la Agencia Balear del Agua y de la Calidad Ambiental (Abaqua) desde noviembre de 2024, da servicio a una población de más de 95.000 residentes, además de absorber el pico de demanda durante los meses de verano. En total, trata más del 50 % de las aguas residuales urbanas de la isla, correspondientes a la ciudad de Ibiza y partes de Santa Eulària y Sant Antoni. Gracias a las mejoras implementadas, la EDAR cumple e incluso supera los estándares exigidos por la normativa vigente, según señalan desde el Ejecutivo autonómico.
Su integración en la red de Abaqua permitió el cierre de la antigua planta de Jesús, que ha sido reconvertida en estación de bombeo y pretratamiento. Desde su puesta en marcha, se han aplicado mejoras técnicas para optimizar su funcionamiento y solucionar problemas históricos como los malos olores. Actualmente, «la planta garantiza un tratamiento eficaz y respetuoso con el entorno», subraya el Govern en un comunicado.
El proyecto ha supuesto una inversión cercana a los 40 millones de euros, en un proceso iniciado en 2017 en los terrenos del antiguo campo de tiro de sa Coma. La aparición de restos arqueológicos obligó a modificar el trazado original de las conducciones, lo que derivó en un aumento del presupuesto y en retrasos en la ejecución.
Por otro lado, el Govern ha adjudicado recientemente el contrato de mantenimiento y operación de las nueve depuradoras de Ibiza, incluyendo la de sa Coma, por un periodo de cinco años. Este contrato «asegura una gestión continuada, profesional y fiable del sistema de saneamiento en toda la isla».
Malos olores y quejas
La semana pasada se completó la instalación de tres unidades de filtros de carbón activado en los puntos de purga de aire de la conducción hacia la planta. Esta medida, junto con la dosificación de reactivos en los bombeos, permite mitigar los problemas de olores relacionados con la gestión de las aguas residuales y que ya han provocado molestias y quejas entre los vecinos de la zona.
Estos sistemas capturan el aire liberado por las ventosas y lo canalizan hacia filtros cargados con carbón activado, un material de alta porosidad que absorbe compuestos orgánicos e inorgánicos. Combinado con productos como el nitrato cálcico, que reduce la generación de sulfuro de hidrógeno al fomentar una biología anóxica, se consigue un control más eficaz de los olores.