Obradores a pleno rendimiento y jornadas frenéticas. Los hornos y pastelerías viven esta semana su particular etapa reina con la llegada de Tots Sants y sus inseparables ‘panellets’ y ‘bunyols’, una tradición gastronómica a la cual los ibicencos siguen manteniéndose fieles.
Nadie, en los puntos de venta consultados, ha sabido decirnos cuántos ‘panellets’ saldrán del horno durante esta semana. “Muchísimos”, es lo único que han podido responder. Este año, el precio de los ‘panellets’ de piñones ronda entre los 60 y los 69 euros el kilo, según el establecimiento, mientras que el de resto de sabores se mantiene entre los 34 y los 40 euros el kilo. El de piñones sigue siendo el sabor favorito pero, por supuesto, la calidad se paga.

“El piñón nacional es carísimo”, comenta Antonia Carmona, dependienta del Forn Can Bufí de la calle Catalunya de Vila, “en cambio el piñón iraní va a mitad de precio pero es insípido. Nosotros los ‘panellets’ los hacemos con piñón de aquí, por supuesto”.
“Es que si hiciéramos ‘panellets’ con piñones de Irán la gente se daría cuenta”, confirma María Alba, dependienta de la pastelería Bonanza, de Vila: “Ni nos planteamos comprar otro piñón que no sea el nacional, es que no vale la pena. El resultado es que el precio es más caro”.
El que no se pueda permitir un ‘panellet’ de piñones puede optar de otros sabores como de limón, fresa, almendra o café. En Bonanza tienen incluso ‘panellets’ de dulce de leche. Otra de las pastelerías emblemáticas en el Forn Vadell, quien este año se ha centrado en los panellets de cinco sabores: piñones, almendra, fresa, vainilla y yema de huevo.

“El de piñones sigue siendo el que tiene más demanda”, explica Nieves Clapès, propietaria del negocio. Explica que empezaron a elaborar ‘panellets’ el jueves de la semana pasada, y que este viernes 31 de octubre es el pico de trabajo: “Esto es un no parar. Este es el día más fuerte. Continuamente estamos sacando material. Además, a primera hora de la mañana toca freír los ‘bunyols’”. Muchísimo trabajo pero Clapés asegura que “vale la pena” ya que es un producto muy demandado y la clientela lo agradece.
“Los de los ‘panellets’ no se pierde. Cada año estamos a tope”, confirma Antonia Carmona, de Forn Can Bufí, “estos días quizás sean uno de los que más se trabaja en todo el año”.
En las pastelería Bonanza, además de ‘panellets’ y ‘bunyols’, también ofrecen huesos de santo y, como novedad de este año, una galleta de naranja y chocolate en forma de murciélago o calabaza siniestra: “Esperemos que a los niños les encante”, explica María Alba.

 
  
 





