Rito de pasión y dolor (vídeo)

@José Manuel Piña / Miles de personas se congregaron el Viernes Santo para contemplar la tradicional procesión que recorrió desde la plaza de la Catedral hasta el paseo de Vara de Rey. Asimismo casi dos mil personas desfilaron agrupadas en las siete cofradías de la ciudad. Un nutrido grupo de jóvenes abrió la comitiva religiosa.

Al numeroso público asistente junto a la catedral le sorprendió vivamente que la procesión discurría con cierto desorden cronológico. Desfilaron primero los cristos ya crucificados, que daban paso a otros que aún esperaban ese duro momento.

Sin embargo, este hecho no restó solemnidad  al acto, que el público aplaudió generosamente cada vez que una de las imágenes se izaban del suelo a hombros de los cofrades. El obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, presidió la comitiva aunque no en primer término, sino detrás de algunas agrupaciones.

Otra de las cosas que llamó poderosamente la atención a los asistentes fue la insistencia con que los clarines y tambores ejecutaban el himno nacional. «Parece que estamos en el Desfile de la Victoria y no en una procesión de Semana Santa», comentó una señora. Otro sector, en cambio, aplaudió fervorosamente la interpretación. El himno, junto con ‘La Saeta’, de Antonio Machado, a la que puso música Joan Manuel Serrat, fueron las piezas más interpretadas de la noche.

Las congregaciones de Nuestra Señora de los Dolores, el Cristo de la Agonía, el de La Piedad y el Cristo del Santo Sepulcro, popularmente conocido como el Cristo del Cementerio, desfilaron, entre otras, junto con sus imágenes profundamente adornadas con miles de flores.

En Santa Eulària, por otra parte, unas 500 personas participaron en la procesión del Viernes Santo, que contó con la asistencia de las cofradías de Santa Marta, Cristo atado, Nazareno, Cristo de la Oración, Cristo Yacente y Nuestra Señora de los Dolores.