El Ayuntamiento de Sant Joan ha comunicado hace unas horas el cierre temporal de la parte izquierda de Cala Xarraca, uno de los puntos turísticos más visitados de su municipio y de la isla de Ibiza, debido a los desprendimientos y al riesgo de inestabilidad del talud provocados por las recientes lluvias torrenciales que afectaron especialmente a la zona norte de Ibiza durante la DANA Alice.
Según la nota oficial difundida por el consistorio en redes sociales, la zona permanecerá cerrada al público hasta que se completen las tareas de mantenimiento y limpieza, actualmente en marcha por parte de los servicios municipales, que trabajan para garantizar la seguridad y restablecer la normalidad lo antes posible.
Hay que subrayar que sobre la playa han caído rocas de enorme tamaño, algunas sobre la playa y otras directamente al mar, además de un evidente corrimiento de tierras sobre la arena, mientras que otros grandes bloques parecen pender de un hilo del acantilado, muy afectado por la riada.
Desde el Ayuntamiento han agradecido a los vecinos y visitantes su comprensión, responsabilidad y colaboración durante estos trabajos de emergencia en uno de los ‘lugares imprescindibles’ a visitar en la isla de Ibiza.
Este cierre se suma a otras actuaciones en marcha en el litoral del municipio tras la riada del pasado fin de semana que provocó importantes acumulaciones de barro y piedras en los accesos a varias calas del norte. Entre ellas, actuaciones de urgencia en las playas de Portinatx, conocidas como s’Arenal Petit y s’Arenal Gros (o Gran), que han quedado muy afectadas por las riadas: tuberías rotas y a la vista, grandes hoyos y surcos horadados en las playas, aceras hundidas, pasarelas rotas y otros desperfectos muy graves. Afortunadamente no ha habido que lamentar daños personales.
En este sentido hay que recordar que la costa de Ibiza está sufriendo graves desprendimientos y erosiones en zonas de playa, incluso antes de las riadas provocadas por Ex-Gabrielle y la Dana Alice, lo que obliga a la instituciones a tener muy en cuenta estas graves afectaciones a los arenales e incluso a zonas habitadas y construidas prácticamente sobre los acantilados.

