Sólo un centenar de los miles de barcos que visitan las Pitiüses usa los servicios de vaciado de aguas sucias

@V. R. / El GEN ha denunciado durante la presentación de la campaña ‘La mar, una responsabilidad compartida’ que solo un centenar de los miles de barcos de recreo que visitan cada verano las Pitiüses usan los servicios de vaciado de aguas sucias de los puertos deportivos y ha lamentado que el contenido de los depósitos se vierta al mar, algo que es ilegal y perjudica la calidad del agua y de los ecosistemas marinos de las Islas, según ha explicado el presidente de la agrupación ecologista, Joan Carles Palerm.

El GEN está llevando a cabo desde hace dos semanas y hasta el 14 de agosto una operación informativa para concienciar a los usuarios de las embarcaciones de la necesidad e importancia de la conservación del medio marino y para ello ha editado una serie de folletos informativos que reparte entre los tripulantes y en los que se enumeran las infracciones más comunes y la cuantía de las multas que se les puede imponer por fondear sobre zonas de posidonia oceánica, que pueden alcanzar hasta los 200.000 euros.

La bióloga marina Marga Serra ha señalado que además de la campaña informativa se está realizando de forma paralela un estudio sobre la calidad del agua en diferentes calas y playas de la isla destinado a medir el grado de contaminación y el estado de las praderas de posidonia. También se ha comenzado a elaborar un censo de los ‘muertos’ para fondeo que hay en la isla y los lugares en que se encuentran sumergidos, sobre lo que en la actualidad no existe ningún tipo de registro y cuyo número se desconoce. Serra ha recordado que esta práctica está prohibida y que, además, arrasa la posidonia, que es una especie protegida. «Hemos empezado por Talamanca, Porroig y Cala Salada y los datos recabados hasta el momento son preocupantes», ha advertido Serra, que ha dicho que en octubre presentarán los resultados definitivos del muestreo.

Por su parte, el licenciado en Ciencias del Mar Jorge Sáez, que colabora en el estudio emprendido por el GEN, ha alertado de la desertización «silenciosa» que está provocando la presión a la que son sometidos los fondos marinos de las Pitiüses durante los meses de verano. «Hay una docena de lugares en los que hemos descubierto que el ecosistema de determinados arrecifes se está cayendo debido al daño causado por el garreo de las anclas y cadenas de los barcos, que arrasan con las algas. Si a esto le sumamos la presencia de especies invasoras y que las hojas muertas frenan la fotosíntesis de la posidonia oceánica hay que tener en cuenta que estamos ante un problema grave para la conservación de especies protegidas», ha indicado.

El GEN lamenta la falta de control por parte de las autoridades y aboga por la instalación de puntos de fondeo ecológicos como los que se han dispuesto en el Parque Natural de ses Salines para preservar el estado de las praderas de posidonia. «Este sistema es caro si se hace para barcos de grandes dimensiones, pero resulta más económico para barcos más pequeños y lo puede hacer cualquiera», ha comentado Palerm, que, al igual que Serra, ha explicado que la instalación de un muerto de hormigón se entiende como un vertido ilegal en el mar y que además nadie puede acotar ni hacerse suya una parcela para el fondeo de su embarcación porque está prohibido por ley.