El servicio de transporte sanitario en Ibiza y Formentera atraviesa una situación crítica. Así lo denuncia el sindicato UGT, que acusa a la empresa pública GSAIB, gestora del servicio, de inacción ante una cadena de problemas que van desde la falta de personal hasta presuntos casos de acoso laboral.
UGT alerta de que, pese a los compromisos adquiridos por la Conselleria de Salut, hay ocho candidatos pendientes de contratación que continúan sin respuesta. Según el sindicato, esta demora está provocando la fuga de profesionales a otros sectores o su salida de la isla. Para suplir la escasez, se está sobrecargando al personal existente con más horas y guardias, generando un «desgaste insostenible».
«Todo sigue igual tras las reuniones con la gerencia», denuncian desde UGT, que acusan a la dirección de GSAIB de emplear “tácticas para ganar tiempo mientras la situación empeora”.
Ambulancias averiadas y sin infraestructuras mínimas
La situación del parque móvil también es motivo de denuncia. “Hace un mes se anunció la incorporación de tres ambulancias de soporte vital avanzado, pero no ha llegado ninguna y, en cambio, hay más vehículos averiados”, señala el sindicato.
UGT insiste además en la necesidad de habilitar naves cubiertas en las bases de Can Misses, Sant Antoni y Sant Agustí. La ausencia de estas instalaciones provoca que las ambulancias alcancen hasta 47 grados en su interior, lo que afecta tanto al material como a los trabajadores y pacientes.
En el caso de Formentera, la situación es especialmente delicada. GSAIB ha rechazado la ampliación a 24 horas del servicio de transporte programado por motivos económicos. “La sanidad pública debe atender a la población, no a los números”, critica el sindicato, que califica la decisión de “discriminatoria”.
Además, en Ibiza el mantenimiento de las ambulancias lo realiza personal reubicado sin la cualificación necesaria, a diferencia del resto de islas, donde opera un equipo técnico especializado. Para UGT, esto demuestra el «abandono institucional» hacia las Pitiusas.
UGT también denuncia que el área de Recursos Humanos cuenta solo con tres administrativos para gestionar una plantilla de 900 trabajadores en Baleares, lo que provoca importantes retrasos en trámites como nóminas y permisos.
A esto se suman las denuncias por acoso laboral por parte de algunos responsables hacia miembros del personal, con «presiones, comentarios despectivos y alusiones a la vida personal» que han derivado en bajas médicas y un «ambiente laboral tóxico». El sindicato ya ha iniciado acciones legales para depurar responsabilidades.
“El tiempo de las palabras ha terminado. Exigimos hechos y soluciones inmediatas”, concluye Vicente Nadal, delegado de UGT en GSAIB Baleares.